Resumen
El ser humano individual, como persona, es comprendido intuitivamente como un ente portador de una unidad especial y poseedor de un centro en el que se basa su capacidad para decir “yo”, es decir, como un ente que es sujeto. Aristóteles utilizó la categoría ontológica “substancia” para comprenderlo, que resultó ser una categoría ininteligible y, por lo tanto, inaceptable. L. B. Puntel propuso como alternativa la categoría “configuración”, que designa un hecho complejo compuesto por una pluralidad de elementos. En el caso del ser humano individual como persona, hay dos factores esenciales a partir de los cuales es necesario aclarar el concepto de configuración para poder dar cuenta del ser personal: una unidad muy especial y un centro que fundamenta el discurso del yo-sujeto. La pregunta de fondo es: ¿Cómo debe concebirse la configuración que constituye al individuo humano como persona humana? ¿Cuáles son sus elementos? ¿Cómo clasificarlos? ¿Cómo pensar esta unidad altamente compleja que es el individuo humano? ¿Qué factor constituye esta unidad?
Idioma original | Español |
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Páginas (desde-hasta) | 13-39 |
Número de páginas | 26 |
Publicación | Inédita. Escritura Filosófica |
Volumen | VI |
Estado | Publicada - 06 dic. 2020 |
Palabras clave
- tolerancia
- democracia
- libertad
- pluralismo
- seres humanos