Sepsis and post-sepsis syndrome: a multisystem challenge requiring comprehensive care and management-a review

La sepsis, una emergencia médica con altas tasas de mortalidad, exige una atención integral que abarca desde la identificación temprana hasta la rehabilitación del paciente. La cadena de supervivencia de la sepsis abarca el reconocimiento temprano, la evaluación de la gravedad, la activación de los servicios de emergencia, el tratamiento antimicrobiano inicial, la estabilización hemodinámica y la rehabilitación integral. Estos pasos interconectados son fundamentales para reducir la morbilidad y la mortalidad. A pesar de los avances en las directrices internacionales, la adherencia al tratamiento sigue siendo limitada, lo que contribuye a una importante carga de enfermedad. Más allá de su fase aguda, el síndrome posepsia (SPS) se caracteriza por una desregulación inmunitaria a largo plazo, inflamación crónica y disfunción metabólica, lo que predispone a los sobrevivientes a infecciones recurrentes, enfermedades cardiovasculares y deterioro neurocognitivo. La disfunción mitocondrial y las modificaciones epigenéticas desempeñan un papel central en la inmunosupresión prolongada, alterando las respuestas inmunitarias adaptativa e innata. La disfunción orgánica inducida por la sepsis afecta a múltiples sistemas, como el cerebro, el corazón y los riñones. En el cerebro, se asocia con neuroinflamación, disfunción de la barrera hematoencefálica y la acumulación de proteínas neurotóxicas, lo que provoca deterioro cognitivo agudo y crónico. La disfunción miocárdica involucra mediadores inflamatorios como el TNF-α y la IL-6, mientras que la lesión renal aguda asociada a sepsis (LRA-SA) surge de la hipoperfusión y la inflamación, lo que aumenta el riesgo de progresión a enfermedad renal crónica. Además, alteraciones inmunitarias como la disfunción de neutrófilos, la activación plaquetaria continua y la supresión de la respuesta antitumoral contribuyen a un mayor riesgo de infección y complicaciones a largo plazo. Las intervenciones oportunas y específicas, que incluyen terapia antimicrobiana, modulación de citocinas, restauración inmunitaria, soporte metabólico y estrategias de rehabilitación estructuradas, son fundamentales para mejorar los resultados. Sin embargo, las limitaciones financieras y de infraestructura en entornos de bajos recursos representan obstáculos significativos para el manejo eficaz de la sepsis. La medicina de precisión, los sistemas de alerta temprana basados ​​en IA y las redes de derivación optimizadas pueden mejorar la detección temprana y los tratamientos personalizados. Promover la concienciación pública y profesional sobre la sepsis, fortalecer la atención multidisciplinaria posterior a la sepsis e integrar programas de seguimiento a largo plazo son prioridades imperativas para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes de la sepsis.