Resumen

Desde hace algunos años, en las ciencias sociales y, más recientemente, en el campo de la salud, se ha destacado la importancia de la medición. La necesidad de recuperar datos y de medir variables complejas, tales como la calidad de vida, el dolor, la inteligencia, la personalidad, los estados de ánimo y el bienestar, entre otras, ha estimulado grandes adelantos en este campo. Tal desarrollo se produjo no solo de la mano de los avances en sociología, psicología, educación y antropología, sino también, de la estadística. En el campo médico, probablemente, fue la psiquiatría la pionera en la exploración de dichas áreas.
Habitualmente, se han clasificado las variables en salud, según el proceso de medición, como variables duras y variables blandas. El concepto de variable dura no implica que sean siempre válidas las mediciones, o que no pueda haber errores o que sean de mejor calidad que las blandas. Tiene que ver con el proceso de medición; una variable dura puede considerarse, en general, más simple de medir que una blanda, pero no tiene características inherentes de calidad por el hecho de ser dura.
Las variables blandas no son variables de menor importancia, ni son inapropiadas mi poco correctas per se. Los únicos conceptos inherentes están relacionados con la dificultad para medirlas o para estandarizar su proceso de evaluación y de repetibilidad (en ocasiones, poco predecible). Los términos duro y blando llevan, incorrectamente, a algunas personas a clasificar lo que corresponde a duro como importante, y lo que corresponde a variables blandas, como secundario, menos científico o menos importante. Se trata de un error bastante común, que debe evitarse y corregirse. En algunos casos, hay variables que no corresponden exactamente a la clasificación anterior, pues tienen apariencia dura, pero características blandas. Una de las variables utilizadas más 2 menudo como indicador de calidad de atención es la duración de la estancia hospitalaria, o días en cuidado intensivo o tiempo hasta el retorno al trabajo. Por tratarse de una medición cuyo resultado es numérico, aparenta ser objetiva y medible con métodos estandarizados. Sin embargo, la decisión de dar de alta a un paciente o de trasladarlo a cuidado intensivo tiene una enorme influencia de factores externos a la condición de salud del individuo (aspectos económicos, logísticos de la institución, sociales, etc), y cuando se lee un estudio que evalúa un tratamiento nuevo mediante días de estancia, debe considerarse que si bien hay métodos estandarizados para hacer la medición, la variable tiene per se una enorme susceptibilidad a influencias externa, y por ende, una posible variabilidad significativa en su determinación.
En términos generales, en las variables blandas se recurre a estrategias como la conversión de conceptos cualitativos (dolor) en aspectos cuantitativos (escala de dolor de uno a diez), al desarrollo de cuestionarios o a la elaboración de constructos. En el presente capítulo nos detendremos en la evaluación de estos últimos.
Cada vez más a menudo en ciencias de la salud, la preocupación de los equipos de salud tiene que ver con la cantidad en su relación con la calidad. Ya no es importante tan solo aumentar la expectativa de vida: también lo es aumentarla, pero acompañada de una buena calidad de vida. Reducir con medicamentos la presión arterial, del colesterol o de la glucemia es importante, siempre y cuando se logre sin alterar el sueño, el ánimo, la función sexual u otros aspectos vitales. Disminuir el número de recaídas en una enfermedad bipolar tiene menos sentido si se acompaña de alteraciones significativas en la capacidad para las relaciones interpersonales, en la independencia, en la capacidad de reacción o en el afecto. Medir estos aspectos, difícilmente cuantificables, ha generado mucho interés y ha propiciado el desarrollo de métodos que solucionen las dificultades naturales para evaluarlos.
Los investigadores suelen encontrarse con dificultades en la elaboración de un protocolo; particularmente, en la definición de variables que corresponden a la categoría de variables blandas, o en la redacción de cuestionarios o encuestas, así como en el desarrollo y la planeación de análisis para escalas. Se busca con el presente capítulo revisar algunos de los aspectos que debe tomar en cuenta el investigador cuando desarrolla un cuestionario.


Idioma originalEspañol
Título de la publicación alojadaEpidemiología clínica
Subtítulo de la publicación alojadaInvestigación clínica aplicada
Lugar de publicaciónBogotá
Editorial Editorial Médica Panamericana
Capítulo28
Páginas443 - 453
Número de páginas10
EdiciónSegunda edición
ISBN (versión digital)9789588443584
ISBN (versión impresa)9789588443614
EstadoPublicada - 2015

Palabras clave

  • Cuestionarios
  • Variables blandas
  • Recolección de datos

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