Derecho universal a la educación de calidad en Colombia

Existen por lo menos tres tipos de lecturas acerca de la educación en Colombia: la oficial, correspondiente a los informes de los ministerios de educación o sus equivalentes; la de los grupos especializados en análisis de información, que interpretan los datos en función de un interés específico; y la de quien vive en el día a día la educación en el aula, entendiendo el espacio abierto o cerrado donde se enseña y aprende. Debe considerarse el carácter privado o público de la educación. En el primero, la calidad depende del estrato o la clase social en la que se desarrolle su servicio, y suele diferenciarse por la intensidad en los niveles de inglés o matemáticas, además de la integralidad del currículo. Los resultados de pruebas del estado reflejan estas diferencias. La educación pública también depende de los recursos, la calidad o la vocación de los docentes, de qué tan lejos está de los centros urbanos, cuál es el liderazgo de sus gobernantes, si está en zonas de riesgo por violencia de grupos armados, o de las dinámicas sociales propias de los barrios o las comunas en las zonas urbanas: invasiones, zonas de ladera, entre otras. Si a esta caracterización se suma el contexto de pandemia por covid–19, las brechas se profundizan y muestran el atraso en el desarrollo tecnológico a causa de la corrupción. También se hace un breve análisis sobre la educación de calidad desde los colegios que regenta la Compañía de Jesús, en especial los de Fe y Alegría, que responden a las necesidades de los sectores populares, los niveles de cobertura y sus problemáticas actuales.