Detalles del proyecto
Descripción
2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMALa economía digital conocida en inglés como gig economy ha sido estudiada desde lo que algunos autores llaman la ¿uberización¿ del trabajo (Scholz, 2016). Este concepto refiere el modelo del mundo del trabajo digitalizado, aquel donde la utilización de plataformas digitales o aplicaciones móviles, conecta a particulares que necesitan un servicio con trabajadores disponibles para desarrollarlos durante un tiempo específico. Dicho modelo ha bebido de las lógicas laborales habilitadas luego de que la plataforma Uber incursionara en el norte global y se convirtiera en la insignia de este tipo de economías (Tizziani y Poblete, 2022). Algunos autores de la economía de plataformas sostienen que la uberización responde a una tendencia hacia el empleo temporario del mundo contemporáneo, como forma generalizada de inserción en el mercado laboral (Ticona y Mateescu, 2018; Tizziani y Poblete, 2022). Así mismo, hay quienes sostienen que, en el contexto de países en desarrollo, la gig economy puede contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, 3, 1 y 10, y de lo que se trataría es de crear condiciones laborales dignas y de bienestar para las y los trabajadores de este ecosistema o modelo de producción (Hunt y Machingura, 2016). Valerio De Stefano (2016), luego de una revisión sobre las modalidades de trabajo habilitadas por las plataformas digitales, acuña el término trabajo bajo pedido vía aplicaciones o apps (en inglés, work on-demand via apps) para referirse a la ejecución de actividades tradicionales como el transporte, la limpieza y los domicilios, a través de aplicaciones móviles, las cuales establecen unos estándares mínimos de calidad en los servicios prestados por una infraestructura de trabajadores que operan al otro lado de la pantalla de un celular inteligente, trabajadores invisibles, establece el autor. En la misma línea, De Stefano señala que, bajo el eslogan de la gig economy, se han justificado una serie de ausencias en cuanto a la protección laboral y la regulación del trabajo, ausencias que se nutren de la terminología que se ha extendido en este campo de la economía, donde el trabajo es conocido como los ¿gigs¿, ¿servicios¿ o ¿tareas¿ que los realizan las y los trabajadores denominados ¿socios¿, ¿socios independientes¿, ¿emprendedores¿ o ¿colaboradores¿. Woodcock y Graham (2019), por su parte, entienden la gig economy como aquellos mercados laborales caracterizados por la contratación eventual, temporal e independiente de tareas y oficios a través de plataformas con infraestructuras digitales y algoritmos para gestionar el trabajo. Según los autores, habría dos modalidades habilitadas por las empresas de plataformas: una, el cloud work o trabajo en la nube, que puede hacerse desde cualquier lugar siempre y cuando se cuente con un dispositivo con internet. Este es el caso de los llamados freelancers que ofrecen su trabajo a través de páginas web o plataformas diversas; y dos, el trabajo geográficamente atado (geographically-tethered work en inglés), realizado a través de la interfaz de aplicaciones móviles que median servicios como el transporte y la entrega de alimentos. Así mismo, Uysal y Boyraz, (2024) indican que, en la economía colaborativa y las plataformas laborales digitales, es crucial observar la descomposición de la clase trabajadora a medida que los trabajadores adoptan la autocomercialización y la auto racionalización. Las megaplataformas se crearon luego de la crisis financiera mundial para ofrecer una amplia gama de servicios de primera necesidad como son los servicios de cuidados domésticos. Con la pandemia de COVID-19, se aumentó su participación en el mercado, aliviando las responsabilidades domésticas y de cuidados en mujeres que luchaban por hacer malabarismos entre el trabajo productivo y las tareas domésticas (Pulignano, 2023). Según Muntaner (2018), aunque las plataformas digitales de trabajo características de la economía gig tienen la potencialidad de transformar el empleo y las condiciones de trabajo, lo que se ha evidenciado son experiencias y vivencias precarias de la clase trabajadora que se vincula a dicho modelo económico. Particularmente, dice el autor, la conceptualización sobre el capitalismo de plataformas ha permitido mostrar con preocupación cómo operan las nuevas formas contractuales de las plataformas digitales, caracterizadas por la atipicidad, flexibilidad, contingencia e informalidad del empleo, que desembocan en falta de beneficios y protección social, inestabilidad económica, entre otros aspectos que terminan impactando negativamente la salud de los y las trabajadoras. Tal como Uysal y Boyraz, 2024 sostienen: Las plataformas laborales digitales proporcionan así una apariencia de autonomía respecto del control de un jefe, pero someten los procesos laborales a otra forma de poder y disciplina al promover subjetividades neoliberales, siendo la precariedad del trabajo el resultado de varias condiciones, en particular, el estatus de contratista independiente de los trabajadores de plataformas, lo que significa que carecen de las protecciones de las leyes laborales nacionales y las normas laborales internacionales que disfrutan los trabajadores en una relación laboral formal (p.3)Como resultado de la revisión rápida de literatura sobre este asunto se ha centrado en labores masculinizadas, esto es, ejecutadas en su mayoría por hombres como la mensajería, los domicilios de comida y el transporte privado, evidenciando así un sesgo de género en el cual vale la pena detenerse en razón a que es interesante encontrar pocas referencias a aquellos oficios altamente feminizados como lo son el doméstico o de cuidado que han sido insertados en este ¿ecosistema digital¿ (Hunt y Machingura, 2016; Ticona y Mateescu, 2018; Flanagan, 2019; Hunt y Samman, 2020; Mawii y Aneja, 2020; Tizziani y Poblete, 2022).En este contexto es pertinente preguntarse por el trabajo doméstico bajo demanda en la economía digital de cara a la relación trabajo-salud de las trabajadoras vinculadas a este oficio, al igual que la ausencia de marcos analíticos que vinculen la salud, el bienestar y la enfermedad en este creciente mercado laboral, por lo tanto, se reconoce la necesidad de efectuar investigaciones desde el campo de la salud pública que contemplen preguntas en clave de una mayor comprensión del problema y cómo se encarna en diversas mujeres esta ocupación. Por consiguiente, en la presente investigación se plantea las siguientes preguntas: ¿cómo son las relaciones laborales del trabajo doméstico intermediado digitalmente? Y ¿cómo esta nueva forma de trabajo define las condiciones de salud de las mujeres vinculadas?
| Estado | Finalizado |
|---|---|
| Fecha de inicio/Fecha fin | 01/05/24 → 31/10/25 |
Financiación de proyectos
- Interna
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA