Retos para la construcción de la paz territorial: la visión del territorio y de la paz en la frontera colombo-venezolana.

Proyecto: Investigación

Detalles del proyecto

Descripción

Aunque en los Acuerdos de Paz de la Habana no exista una referencia explícita a las fronteras de Colombia, la consolidación de la paz requiere la construcción de paz en esos territorios, debido a que las fronteras presentan un índice de vulnerabilidad territorial más alto que otras regiones del país . Tal construcción de paz y su consolidación supone complementariedad entre las iniciativas nacionales de paz y las regionales, cuestión que abordará esta investigación (Mitchell 2012) (Hancock E. 2012). La frontera colombo-venezolana, el más largo límite territorial que tiene el país, comprende municipios de los departamentos de la Guajira, Cesar, Norte de Santander, Boyacá, Arauca, Vichada y Guainía, todos ellos con problemáticas muy diferentes. Guajira, por ejemplo, dentro del grupo es el departamento con mayor índice de pobreza multidimensional (79,7%) (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 52). Norte de Santander, por su parte, y en particular la zona del Catatumbo, presenta altos niveles de violencia y criminalidad asociados a las economías ilícitas del narcotráfico y el contrabando de combustible y alimentos. (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 703). Arauca ha sido uno de los departamentos del país más efectados por el reclutamiento de menores por parte de grupos armados, además de presentar problemas de seguridad asociados a la minería ilegal y a la extorsión. Reconociendo esta situación, el gobierno nacional tiene dos estrategias para construir la paz en los territorios, que parecen ser opuestas en términos de la inclusión de la participación de la ciudadanía: el Plan Nacional de Desarrollo 2014- 2018 ¿Todos por un Nuevo País¿y la implementación de los Acuerdos de Paz de la Habana. Los segundos reconocen que la construcción y consolidación de la paz supone participación, como explícitamente lo señala el segundo punto de los Acuerdos nombrado ¿Participacion: Apertura democrática para construir la paz¿. Esto se expresa en el concepto ¿paz territorial¿ que incluye tanto el enfoque de derechos como el territorial, lo que significa construir instituciones que garanticen el disfrute de derechos a los habitantes de los territorios. Para ello se requiere movilizar a la población: ¿En esto hay que pensar en grande: una campaña nacional de participación que movilice a la gente en las regiones alrededor de la construcción de paz. ¿Y eso cómo se hace? Con procesos de planeación participativa ¿de abajo hacia arriba¿ en los territorios¿ (Jaramillo 2012). La entidad encargada por el gobierno para liderar la movilización de la población en torno de la paz es el Consejo Nacional de Paz, que debe crear consejos departamentales y municipales. No obstante, en los departamentos que comparten frontera con Venezuela esos Consejos no han funcionado adecuadamente. Sólo lo ha hecho permanentemente el Consejo Departamental de Arauca; el de Santander ha sesionado con discontinuidad; el de Norte de Santander prácticamente se disolvió pues varios de sus miembros fueron asesinados y el de la Guajira no se ha creado aun (Fundación Ideas para la Paz s.f.). Esto permite suponer que a las comunidades que viven en esa frontera no se les ha consultado suficientemente sobre sus necesidades ni se ha hecho con ellas la planeación participativa que requiere la implementación de los acuerdos de Paz. En contraposición con el espíritu participativo de los Acuerdos de Paz de la Habana, el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia 2014-2018 que se presentó como la estrategia para materializar los acuerdos de paz no fue un documento consensuado con la población (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 30). Dicho plan contiene un listado de los objetivos a cumplir para alcanzar la paz así como las estrategias para lograrlos, entre ellas una propuesta de rediseño del territorio. Se plantea que la paz se funda en la promoción del desarrollo humano integral, lo que supone adoptar un modelo de desarrollo económico que permita erradicar la pobreza extrema para el año 2024, reducir las brechas poblacionales y territoriales en la provisión de salud, educación, servicios públicos y conectividad y promover el desarrollo económico del país y de sus regiones. (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 58 y ss). Para lograr los objetivos se proponen cinco estrategias transversales, a saber: competitividad e infraestructura estratégicas; movilidad social; transformación del campo; seguridad, justicia y democracia para la construcción de paz y buen gobierno (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 32). En relación con las fronteras, explícitamente se señala que se requiere insertar los territorios limítrofes a las zonas definidas por el plan, es decir, a la región Caribe, Centro Oriente, los llanos, Pacífica y Centro- Sur Amazonía de Colombia construyendo de esa manera una nueva estructura territorial (Lederach 2016) (Departamento Nacional de Planeación. DANE 2014, 35). El hecho de que el Plan Nacional de Desarrollo no haya sido elaborado con participación popular local y que en la zona de frontera no funcionen las instituciones que deben posibilitar la participación para construir la paz territorial configura un escenario en el que parecen no existir las condiciones que favorezcan la complementariedad entre la propuesta nacional de construcción de paz y la visión que sobre la misma tienen las regiones de frontera. Por esa razón es necesario indagar de qué manera las representaciones de los habitantes de frontera colombo- venezolana sobre la paz, el territorio y el territorio en paz inciden en la implementación de los acuerdos de paz en el territorio. Siguiendo a Jodelet entendemos la representaciones como (¿) la manera en que nosotros sujetos sociales aprehendemos los acontecimientos de nuestra vida diaria, las características de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan, a las personas en nuestro entorno próximo o dejan. En otras palabras, el conocimiento ¿espontáneo¿, ingenuo (¿) que habitualmente se denomina conocimiento del sentido común o bien pensamiento natural por oposición al pensamiento científico. Este conocimiento se construye a través de nuestras experiencias, pero también de las informaciones, conocimientos y modelos de pensamiento que recibimos y transmitimos a través de la tradición, la educación y la comunicación social. De este modo, ese conocimiento es en muchos aspectos un conocimiento socialmente elaborado y compartido¿ (Jodelet citada en Araya 2002). Las representaciones sociales permiten pensar el mundo, comunicarnos con los otros que están en él; también condicionan la acción en la medida en que obramos determinados por nuestras representaciones. Por eso se puede afirmar que las representaciones de los sujetos de frontera sobre la paz, el territorio y el territorio en paz inciden en sus iniciativas y acciones de construcción de paz y determinan las relaciones que ellos tienen con el nivel nacional.
EstadoFinalizado
Fecha de inicio/Fecha fin15/01/1828/02/21

Financiación de proyectos

  • Interna
  • Vicerrectoría de Investigación
  • PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA