Monitoreo de grandes transacciones de tierra en Catatumbo

1. Contexto y justificaciónLa historia de la tenencia de la tierra y los usos del suelo en Colombia se ha caracterizado, a través de los años, por la concentración de la propiedad de la tierra y la permanencia de conflictos que en las últimas décadas se han ido complejizando a través de fenómenos como el desplazamiento de la población rural, el despojo y el abandono de tierras. Esto sumado a los intereses particulares de apropiación de tierras y recursos naturales por parte de distintos sectores de la sociedad colombiana, como élites rurales, grupos armados y empresas nacionales y multinacionales ligadas a la agroindustria y a los proyectos minero-energéticos. Ello demuestra la existencia de unos factores de presión sobre la propiedad y el mercado de tierras en Colombia que están relacionados con el desarrollo de megaproyectos, obras de infraestructura, expansión de monocultivos para producir biocombustibles, y procesos de control territorial que muchas veces coinciden, en distintos grados, con territorios de comunidades étnicas y campesinas. Los procesos de la tenencia de la tierra y los usos del suelo en Colombia se han caracterizado, a través de los años, por la concentración de la propiedad de la tierra y la permanencia de conflictos que en las últimas décadas se han ido complejizando a través de fenómenos como el desplazamiento de la población rural, el despojo y el abandono de tierras. Además, ha habido intereses particulares de apropiación de tierras y recursos naturales por parte de distintos sectores de la sociedad colombiana, como élites rurales, grupos armados y empresas nacionales y multinacionales ligadas a la agroindustria y a los proyectos minero-energéticos. Ello demuestra la existencia de unos factores de presión sobre la propiedad y sobre el mercado de tierras en Colombia que están relacionados con el desarrollo de megaproyectos, obras de infraestructura, expansión de monocultivos para producir biocombustibles, y procesos de control territorial que muchas veces coinciden, en distintos niveles, con territorios de comunidades étnicas y campesinas. Estos procesos de presión sobre la propiedad de la tierra han contribuido a generar una reconfiguración territorial en distintas zonas de Colombia, como es el caso de la región del Catatumbo, en el que confluyen muchos de los factores expuestos anteriormente en cuanto a la estructura de la tenencia de la propiedad de la tierra y el conflicto armado. La región del Catatumbo corresponde a diez municipios del departamento de Norte de Santander: El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, El Tarra, Tibú, La Playa, Hacarí, Sardinata y El Zulia y su economía regional se ha caracterizado en las últimas décadas por la producción agropecuaria a pequeña escala, la extracción de hidrocarburos y la presencia de cultivos declarados de uso ilícito. Además, esta región ha sido importante geoestratégicamente por encontrarse en la zona fronteriza con Venezuela, por su riqueza en hidrocarburos y por el interés de distintos grupos armados al ser un corredor de paso entre los llanos orientales y el interior del país que les permite controlar el acceso de los combatientes, y armas. (Loingsigh, 2008: 30)La dinámica poblacional en esta región ha estado ligada a los distintos procesos de colonización que se han dado en la zona en los últimos dos siglos. El primer periodo se caracterizó por la bonanza tabacalera y cafetera de mediados del siglo XIX; el segundo momento se dio a raíz del boom petrolero impulsado a través de proyectos nacionales como la ¿Concesión Barco¿ a partir de los años treinta del siglo XX, periodo en el que aparecieron empresas estadounidenses como la Colombian Petroleum Company y South American Gulf Oil Company que dieron paso al contrato de concesión Chaux-Folsom. (Gutiérrez, 2016: 97)El periodo reciente de colonización se puede ubicar desde finales de los años ochenta hasta 1999 que se ha caracterizado por la bonanza cocalera, el aumento de población flotante vinculada a la raspa, procesamiento de la pasta y base de coca y a la producción y tráfico de cocaína, así como a la incursión paramilitar, los masivos desplazamientos provocados por las masacres y otras violaciones de derechos humanos a partir de mayo de 1999, y también por el ingreso de nuevos pobladores vinculados a la agroindustria de la palma aceitera y a los proyectos minero energéticos.¿ (CNMH, 2015: 30)El desplazamiento y otras violaciones a los derechos humanos que se han presentado en las últimas dos décadas en la región del Catatumbo evidencian que estos no solo se deben a la dinámica del conflicto armado, sino que están relacionados con ¿intereses políticos y económicos legales e ilegales vinculados a conflictos por la tierra y los recursos naturales, lo que refleja un carácter rentista en el desplazamiento y su funcionalidad para perpetuar un sector rural concentrado, inequitativo, excluyente e improductivo.¿ (CNMH, 2015: 18)En ese sentido, una vez terminado el periodo fuerte de desplazamientos masivos entre 1997 y el 2004 y el despojo de más de cincuenta mil hectáreas, en el marco del modelo de desarrollo económico impulsado por Estados Unidos y organismos internacionales, se dio paso a actividades productivas que impulsaron proyectos de palma de aceite y el aumento de las concesiones mineras y petroleras, que justificaron un proceso de compraventas masivas de tierras. Así lo plantea un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica al mencionar la existencia de un patrón de ¿tierra arrasada¿ que buscaba vaciar los territorios a sangre y fuego, en donde ¿el destierro de poblaciones fue funcional a las compras masivas de tierra que se iniciaron y acrecentaron a partir de la desmovilización paramilitar y la creación de Zonas de Consolidación Territorial (...) A su vez, la concentración de tierras y territorios abandonados a sangre y fuego facilitó la expansión del modelo económico concentrado, inequitativo y excluyente en regiones periféricas.¿ (CNMH, 2015: 92)Por otro lado, este proceso de reconfiguración territorial basado en la violencia que se ha dado en el Catatumbo ha significado afectaciones a comunidades campesinas y étnicas que han dificultado la permanencia de la población en el territorio así como la defensa de sus derechos y el cambio de prácticas tradicionales de la economía campesina por actividades productivas relacionadas con el auge de los monocultivos, principalmente palma de aceite, así como los cultivos de uso ilícito.Lo anterior, evidencia un proceso de descampesinización en el Catatumbo, entendido como la desestructuración de las formas de vida campesina, en el que influyen la aparición de los cultivos de uso ilícitos que sustituyen la producción de alimentos por parte del campesinado, así como la reconfiguración del territorio por el despojo ocasionado por la incursión paramilitar, el boom minero energético, la expansión de los monocultivos de palma, a partir de la desmovilización del Bloque Catatumbo y las compras masivas de tierras.A partir de la problemática planteada, hemos considerado oportuno continuar con la segunda etapa del ejercicio de monitoreo de grandes transacciones de tierra en Colombia, tomando como estudio de caso la región del Catatumbo, de acuerdo a los criterios que desarrolla Land Matrix a nivel global. Land Matrix es una iniciativa global e independiente para monitorear y dar transparencia a las inversiones en tierras a gran escala alrededor del mundo. Las transacciones de tierras pueden ser compras, concesiones, arriendos, contratos o acuerdos de otro tipo. Deben haber sido realizadas luego del año 2000, abarcar más de 200 hectáreas e implicar un cambio en el uso del suelo. Land Matrix cuenta con una plataforma web de libre acceso: www.landmatrix.org que cumple la función de centro global de observaciones. Los productos incluyen, entre otros, una red internacional de transacciones de tierras, un mapa global de inversiones en este rubro y gráficos ilustrativos de los motivos que originan las transacciones y su tamaño relativo.El Punto Focal para América Latina es FUNDAPAZ (Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz), que al igual que El Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos es miembro de la International Land Coalition (ILC) y de la Red Latinoamericana de Observatorios de la Tierra y el Territorio. Las actividades que realiza son recopilación y actualización de datos, construcción de equipos regionales, comunicación, presentación de informes, difusión, investigación y algunas otras iniciativas que surjan.Para Land Matrix uno de los principales problemas en los registros de datos es la confiabilidad de la información, ya sea porque en muchos casos hay poca transparencia en las transacciones de tierras o directamente no hay información disponible. Esto sumado al extenso territorio de América Latina hace aún más difícil la confirmación de las transacciones. Por este motivo, para registrar los casos en Colombia, acude a una red de colaboradores regionales, en este caso al Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos, como también a otras organizaciones que tengan intensión de brindar su apoyo a la iniciativa para mejorar la calidad y cantidad de la información, que no solo servirá para la carga en Land Matrix, sino también para mantener una base de datos confiable y que se pueda utilizar como una herramienta para las diferentes iniciativas de las organizaciones