Modelo de análisis del comportamiento alimentario de escolares a partir de dos procesos psicológicos básicos: memoria y toma de decisiones.

Proyecto: Investigación

Detalles del proyecto

Descripción

Las prácticas alimentarias de los colombianos representan un riesgo para su estado de salud. La Encuesta de Situación Nutricional en Colombia ¿ ENSIN- (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, 2005) destacó que los diez alimentos de mayor consumo son básicamente fuente de energía (arroz, aceite, azúcar, papa, entre otros) y existe poca frecuencia y baja variedad en el consumo de frutas y verduras (Centro Nacional de Consultoría, 2011). El mismo problema se detectó en la ENSIN 2010 (ICBF), identificando que sólo el 9,6% de la población consume verduras cocidas diariamente y 16% las ingiere de forma cruda, mientras que alimentos de alta densidad energética son consumidos diariamente en alrededor del 78% de la población. Esta misma situación se presenta en los niños, el cual es el grupo de edad con menor consumo de verduras, pero, a la vez, con mayor consumo de golosinas, dulces y productos de paquete (ENSIN, 2010). Esto permite avizorar que en un futuro cercano el panorama seguirá siendo el mismo, pues la potencial población adulta tiene los mismos hábitos alimentarios. Dicha situación respalda una intervención eficaz encaminada a la promoción de alimentación saludable. En el caso de población escolar las intervenciones en este ámbito pueden contribuir con la modificación de hábitos alimentarios, en el corto plazo favoreciendo un adecuado crecimiento y desarrollo, y en el largo plazo, con la protección de enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta (Nystrom, Schmitz, Perry, Lytle & Neumark, 2004;Bezbaruah & Brunt, 2012); esto con una alta trascendencia en la salud de la población. Sin embargo, ninguna de las intervenciones escolares, llevadas a cabo hasta ahora ha explorado la variabilidad del impacto a través de grupos de edad o del género de los participantes. Por tanto, para reconocer cómo pueden afectar las intervenciones para una alimentación saludable en diversas edades y para niños o niñas, es necesario un modelo que garantice la comprensión del origen y las transformaciones de las creencias y decisiones de los individuos. Las creencias hacen referencia a los significados que pueden hallarse en la declaración de razones para consumir o rechazar un tipo específico de alimento y los recuerdos que lo soportan; mientras que la decisión da cuenta de las preferencias y el tipo de sistema de procesamiento que permiten tomar dicha decisión. El consumo de alimentos es un acto más allá del consumo de nutrientes, e implica una interiorización de significados (Franco, 2010;Díaz, 2005; Fischer, 1995), de ahí que el ser humano piensa en los alimentos y en las significaciones derivadas de esto, los cuales se vuelven el motor para el consumo alimentario habitual. Una consecuencia de lo anterior puede hallarse en el disgusto alimentario y estar explicado por lo que se piensa del alimento rechazado (Fischer, 1995). Es bien conocido que la infancia constituye un momento clave para adquirir hábitos alimentarios del futuro adulto. De ahí, que reconocer en dicha etapa que significados se tienen de los alimentos (memoria) y que preferencias (decisiones) hay frente a ellos contribuirá tanto a la comprensión del consumo actual, como a tomar medidas frente al patrón alimentario del futuro. A partir de esto, es pertinente plantear cómo pregunta de investigación ¿Cómo se relacionan las creencias y decisiones de niños escolarizados con el análisis del comportamiento alimentario? Responder a dicho cuestionamiento se justifica, en la evidencia científica de que los alimentos pueden traducirse en salud o enfermedad (Instituto Colombiano de Bienestar familiar, 2004). En el caso de Colombia, los inadecuados hábitos alimentarios representan una problemática (ENSIN, 2010). Dicha condición constituye una de las principales causas de morbilidad, mortalidad y discapacidad en el mundo, de acuerdo con lo discutido en la Estrategia sobre régimen alimentario, actividad física y salud ((World Health Organization, 2002). Los hábitos están influenciados tanto por factores externos como internos; en estos últimos se ubican los procesos psicológicos básicos, de ahí que el detenerse en ellos permitirá acercarse a la comprensión del comportamiento alimentario, para entenderlo y así formular estrategias que permitan influir en las prácticas alimentarias de forma efectiva.
EstadoFinalizado
Fecha de inicio/Fecha fin01/11/1330/08/15

Financiación de proyectos

  • Interna
  • Vicerrectoría de Investigación
  • PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA