Detalles del proyecto
Descripción
Los eventos de conmemoración a los 200 años del El Capital han demostrado, una vez más, la impronta de la herencia marxista y althusseriana que marca todavía hoy la lectura del corpus marxiano. Me refiero con ello a la división establecida por el filósofo francés de la obra de Marx en dos etapas claramente marcadas y relacionadas entre sí por una discontinuidad radical: la obra ¿juvenil¿, todavía burguesa e ideológica, y la obra del ¿Marx maduro¿, ya propiamente científica. El ¿primer Marx¿, que en realidad no era Marx todavía, es el de los escritos comprendidos entre 1842 y 1845, apegados al humanismo racionalista burgués y al idealismo de Hegel y Feuerbach. El ¿segundo Marx¿, en cambio, es el que rompe con ese humanismo juvenil a partir de 1845 para inaugurar una verdadera ciencia con su obra El Capital. Toda la obra juvenil de Marx (sus artículos periodísticos de 1842-43, los Manuscritos económico-filosóficos, el libro La sagrada familia, el Manuscrito de Kreuznach y el Cuaderno Spinoza) son calificados sin más por Althusser como textos ¿ideológicos¿. Esto quiere decir que en ellos se observa la nefasta influencia del racionalismo burgués y del idealismo alemán, lo que los convierte en textos no solamente ¿precientíficos¿ sino también ¿liberales¿. Fue apenas en 1845, con textos como las Tesis sobre Feuerbach y La ideología alemana, cuando Marx empezaría a romper con esa vieja conciencia liberal de juventud, hasta llegar, con El Capital, a fijar la terminología científica de su proyecto revolucionario. Lo que observamos aquí es la tendencia de leer la obra de Marx desde una perspectiva teleológica, es decir de interpretar sus textos juveniles a partir de una posterior fase de ¿madurez teórica¿ que los convierte en trabajos ¿preparatorios¿, o en el peor de los casos, en textos ¿irrelevantes¿. Esta misma lectura althuseriana ha sido responsable también de la invisibilización que ha tenido el aporte filosófico y político de la llamada ¿izquierda hegeliana¿, aquel grupo de jovenes discípulos de Hegel ¿ entre los que se hallaba el joven Marx - que apartándose de las doctrinas del maestro, proponen una crítica radical de las instituciones monárquicas vigentes en la Alemania del Vormärz (y en ese momento en toda Europa) y apuestan por la implementación de una democracia republicana. Emplazados en medio de dos ¿grandes¿ (Hegel y Marx), el pensamiento político de los jovenes hegelianos ha sido ignorado y/o calificado como ¿poco relevante¿, o simplemente como un pensamiento ¿de transición¿. De este modo, la izquierda hegeliana comparte con el joven Marx el destino de representar un pensamiento ¿burgués¿o ¿idealista¿, que el propio Marx habría dejado ¿atrás¿ en sus obras económicas de madurez. Este proyecto de investigación busca restituir el pensamiento político de la izquierda hegeliana y analizarlo en sus propios términos, liberándolo de la ¿gran sombra¿ que sobre él ha proyectado la figura del Marx de El Capital. Esto significa que las obras tempranas del joven Marx correspondientes a esta época (1842 y 1843) no se evaluarán bajo la luz de sus escritos de madurez, sino en el marco histórico de las discusiones que tenían lugar al interior del grupo de la izquierda hegeliana. Además de eso, el proyecto hará énfasis en la apuesta ¿republicana¿ del grupo (incluyendo, insisto, los escritos tempranos de Marx), recogiendo así lecturas recientes como la de Miguel Abensour. Me refiero a su libro La democracia contra el Estado. Marx y el momento maquiavélico, donde el filósofo francés se posiciona en contra de un marxismo que ¿representa la inversión del pensamiento de Marx¿ y aboga por un ¿redescubrimiento de Marx más allá del marxismo¿. Abensour quiere no solo ir más allá de un marxismo que reduce el pensamiento de Marx a categorías sociales y económicas, ocultando su dimensión política, sino que además cree poder redescubrir esta dimensión en los escritos del joven Marx, particularmente en algunos textos de 1843. Abensour El filósofo francés se propone entonces revelar una dimensión oculta (por el marxismo) de la obra de Marx. Antes que a un economista ocupado de estudiar la ¿lógica del capital¿, o de un sociólogo interesado en analizar las dinámicas de la ¿lucha de clases¿, Abensour quiere presentarnos a un filósofo político, esto es, a un Marx que se ocupa del ámbito de la acción política en tanto que tal. No la política como acción derivada de la economía o de la estructura social, sino la política como ámbito de acción independiente. O como lo diría su maestro Claude Lefort, Abensour nos presenta a un Marx que se interesa no tanto por ¿la política¿, sino por ¿lo político¿. Y es en este preciso sentido que Abensour ubica al joven Marx en la tradición de pensamiento político iniciada por Maquiavelo. Pues trabajando sobre las huellas del pensador florentino, Marx busca emancipar la Res publica de la teología y convertirla en un ámbito humano de acción, sujeto a las contingencias de la historia. El hombre (Mensch) queda así liberado de la visión despótica de la teología y abierto a decidir el tipo de política que la comunidad quiere y necesita. De la mano de Skinner, Pocock y la Escuela de Cambridge, Abensour sabe que esta tradición de pensamiento nada tiene que ver con el liberalismo político de Hobbes y Locke, sino que es anterior a este y se remite al pensamiento humanista florentino de los siglos XV y XVI, del que Maquiavelo fue su más destacado representante. Se trata, por tanto, del republicanismo cívico cuya genealogía trazó brillantemente Pocock en su libro El momento maquiavélico y que tendría las siguientes características: 1) Rehabilitación de la vida pública (vivere civile) como ámbito en el que el hombre participa activamente de la organización de los asuntos públicos; 2) Recuperación de la noción aristotélica del hombre como ¿animal político¿ (zoon politikón) que necesita de la polis para su auto-realización individual y colectiva; 3) Predominio del bien común sobre el interés particular como objetivo fundamental de la acción política; 4) Comprensión de la política como un ámbito de acción inmanente, libre por tanto de cualquier determinación metafísica; 5) Satisfacción de las necesidades materiales de la comunidad y garantía institucional de la no servidumbre como condiciones básicas para que los ciudadanos puedan ser declarados como libres e iguales. A la pregunta, ¿existe un pensamiento de estas características en la izquierda hegeliana y, por consiguiene, en el pensamiento temprano de Marx?, este proyecto de investigación responderá afirmativamente. Retomando la lectura que hace Abensour del Manuscrito de Kreuznach (1843), la investigación proyectará esa lectura a otros textos de los jovenes hegelianos producidos entre 1839-1843. El análisis de centrará en textos de cuatro autores específicos: Bruno Bauer, Moses Hess, Ludwig Feuerbach y Edgar Bauer. Por su importancia para la caracterización de los jovenes hegelianos se tendrán en cuenta también algunos textos de Eduard gans y David Friedrich Strauss. En cuanto a los textos del joven Marx, la investigación tomará en cuenta básicamente textos de 1842 y 1843, concretamente los artículos sobre la ley del robo de leña y la situación de los viñeros del Mosela (publicados en la Rheinische Zeitung) y los dos artículos ¿Sobre la cuestión judía¿ e ¿Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel¿ (publicados en los Deutsch-französiche Jahrbücher)
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 01/06/18 → 31/08/20 |
Financiación de proyectos
- Interna
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA