Evaluación epidemiológica y molecular del virus de la leucosis bovina y de los virus asociados al complejo respiratorio y reproductivo bovino, ovino y bufalino en Colombia

Las ganaderías bovina, ovina y bufalina representan un importante sector de la economía pecuaria en Colombia, como lo refleja la última encuesta de sacrificio de ganado donde se reporta que en el tercer trimestre de 2017 se sacrificaron 843.491 cabezas de ganado bovino (CGBo), 10.677 de ganado ovino y 6.243 CG de bufalino (DANE 2017).Dentro de los agentes virales asociados con el complejo respiratorio y reproductivo viral están: el herpes virus bovino tipo 1 (VHB-1) causante de la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR), el pestivirus bovino que causa la diarrea viral bovina (VDVB) y el de oveja que es conocido como Virus de la Enfermedad de las Fronteras (VEF) que causa la misma patología y es genéticamente muy similar al VDVB, los pneumovirus (subfamilias Pneumovirinae y Paramyxovirinae) agentes etiológicos del virus sincitial respiratorio bovino (VRSB) y el virus de la Parainfluenza-3 (VPI-3). EL BLV si bien no forma parte de este complejo si causa alteraciones reproductivas con las subsecuentes pérdidas económicas por lo que lo convierte en uno de los cinco virus de importancia para la economía ganadera. La presencia de estos patógenos inmunosupresores pueden causar patologías respiratorias desde asintomáticas hasta neumonías graves dependiendo de los agentes involucrados, adicionalmente permiten la entrada de otros agentes infecciosos secundarios como las bacterias que generan complicación del cuadro clínico inicial, afectando la productividad de los hatos como consecuencia de los problemas respiratorios y/o reproductivos (abortos, infertilidad), lo que altera los parámetros zootécnicos (disminución producción de carne y leche) ocasionando pérdidas económicas importantes para este sector; esto sumado a los costos que implica el tratamiento de animales enfermos y las pérdidas asociadas a los problemas reproductivos y/o por mortalidad. Adicionalmente, la mayoría de estos virus tienen la capacidad de permanecer en estado latente y reactivarse en situaciones de estrés como ocurre específicamente en el caso del VDVB, donde la presencia de animales persistentemente infectados (PI) sin sintomatología clínica, favorece la diseminación del patógeno y la perpetuación de la enfermedad en los hatos (Radostitis, et al. 2002, Betancur, et al. 2010).En Colombia, son escasos los reportes epidemiológicos al respecto de las enfermedades objeto de estudio, lo que se conoce hace referencia a datos de seroprevalencia en bovinos que se relacionan con el hallazgo indirecto de la presencia del virus, por ejemplo, una de las primeras evidencias de la presencia de VPI-3 se reportó en Antioquia con un dato del 23,5% (Pérez, et al. 1980), más recientemente, en Montería fue reportada en el 13,5% (Betancur, et al. 2010) y 88% en Aguachica y Rio de Oro-Cesar (Gálvis, et al. 2016). Para IBR, se han reportado casos y estudios seroepidemiológicos en los llanos orientales, en la región caribe y la región andina que demuestran una seroprevalencia promedio del 70,13% (Ochoa, et al. 2012; Duque, et al. 2014; Gálvis, et al. 2016). También son escasos los reportes relacionados con el Virus Sincitial Respiratorio cuyo valor fue del 13% en el municipio de Córdoba-Sucre (Betancur, et al. 2010), que contrasta con el 99% hallado en dos municipios del departamento del Cesar (Gálvis, et al. 2016). Aunque existe un mayor conocimiento sobre VDVB, los reportes evidencian seroprevalencias del 29,4% en Montería-Córdoba (Betancur, et al. 2007), 50,5 % en promedio para el Cesar (Gálvis, et al. 2016), 55% en Caquetá (Motta, et al. 2013) y 10,37% en Sopó-Cundinamarca (García-Chaparro, et al. 2014); incluso se han estandarizado técnicas moleculares (Burbano, et al. 2006) dada la dificultad de identificar por medios serológicos a los animales persistentemente infectados (PI). Por último, para el BLV, se han reportado seroprevalencias entre el 19,8% al 45% (Benavides, et al. 2013; Ortiz, et al. 2016).Para la especie bufalina, solamente un reporte en el departamento de Caquetá ha evidenciado seroprevalencias de 80,3% para IBR, sin detección de VDVB; sin embargo, como el autor lo indica, el interés económico por esta especie productiva va en aumento (Motta et al, 2013) y con ello se favorece la rotación de patógenos entre grandes rumiantes, por lo que es importante comenzar con el establecimiento del perfil sanitario para esta especie. La seroprevalencia de estos virus en ganado ovino no se encuentra reportada en Colombia.Aunque en Colombia, desde 1982 mediante la Resolución 679 las patologías anteriormente mencionadas deben ser de reporte obligatorio con el fin de conocer su prevalencia, en este momento se cuenta con algunos reportes de seroprevalencia en la especie bovina; sin embargo, dadas la características de latencia y/o persistencia que presentan estas infecciones, se desconoce el dato real de la circulación de los virus, por lo que mediante el presente estudió se realizará una búsqueda molecular de los patógenos como método directo de detección viral y se dará un aporte al conocimiento epidemiológico del CRRB en Colombia. Adicionalmente será el primer estudio realizado para estos agentes virales en la especie ovina y bufalina donde hay total desconocimiento del estado sanitario frente a estos agentes infecciosos.