Detalles del proyecto
Descripción
Tal como ha sucedido con los niveles educativos anteriores, el desarrollo de la lectura y la escritura en la universidad se circunscriben al enfoque del "Desarrollo de habilidades", desde donde se les considera destrezas generalizables y universalizables que se aprenden en un momento específico del desarrollo y que posteriormente, a partir de unos desempeños básicos concretos, se usan en cualquier situación y libres de dominio. La enseñanza de la lectura y la escritura en el contexto universitario se lleva a cabo desde un enfoque ¿asignaturista¿. Se le ha dado espacio en el currículo a partir del estudio en un espacio de aula específico y desde el dominio de una sola disciplina. De acuerdo con los resultados de investigación más recientes, hay prácticas legitimadas desde las mismas universidades; ejemplos de ello son: la obligatoriedad con las que estas prácticas se asumen y su utilización como dispositivos para la evaluación; su ejercicio como práctica fuera y antes de las clases, nunca con el apoyo de un docente; la sobreexigencia dada la desarticulación en los planes de estudio, es decir, la acumulación de cientos de páginas asignadas para los estudiantes desde siete u ocho materias, lo que impide hacer lecturas a profundidad; la ausencia de guía para el desarrollo de la competencia informacional; la asimilación de la lectura a un ejercicio de ilustración, información y acumulación de conceptos, no como acto de recuperación de sentidos o acto de descubrimiento; la escasa aclaración o contextualización sobre autores, momentos de producción o remisión a los lugares en donde pueden encontrarse los textos (la ubicación regular de los escritos es la fotocopiadora); la consulta de fuentes desde las fotocopias que muchas veces han desaparecido la referencia bibliográfica; la ausencia de acompañamiento, retroalimentación y elaboración de varias versiones de los textos; la atribución de las dificultades de los estudiantes a la ¿mala comprensión¿, cuando en el fondo lo que hay es desconocimiento de múltiples formas de leer y el acercamiento a los textos sin objetivos claros. Por otra parte, prima la explicación magistral y el estilo directivo. El tipo de texto más leído y escrito en la universidad colombiana son los apuntes de clases (Pérez & Rodríguez, 2013): de mil horas que el estudiante universitario pasa en las aulas 800 las pasa escuchando, de ahí que prime la toma de anotaciones. Las investigaciones coinciden en que los tipos de texto que más leen y producen los estudiantes responden a formas que se han ido universalizando como: apuntes de clase, trabajos escritos, resúmenes y ensayos. No obstante, de acuerdo con los inventarios que se han hecho de los tipos de documentos que escriben los profesionales hay diferencias enormes, que aún no se sabe cómo se los acercan a los estudiantes en las aulas. De acuerdo con un listado breve que hace Oscar G. Duarte (2009) sobre los textos escritos por ingenieros aparecen cerca de 25 tipos de textos diferentes. Situación similar se dio en un taller realizado en la Pontificia Universidad Javeriana con docentes de Contaduría en el que aparecen cerca de 16 tipos distintos. Ni en los cursos disciplinares ni en los de lectura y escritura se contempla la enseñanza de esos tipos de texto; tampoco son la prioridad en los textos objeto de este estudio. Dada la complejidad de este problema y la falta de una política institucional que piense en el desarrollo de la lectura, la escritura y la producción de conocimiento de manera coherente y articulada, desde algunos departamentos, generalmente de humanidades, se han producido textos que contienen recomendaciones y preceptiva para fortalecer aspectos sintácticos y gramaticales y aspectos relacionados con los géneros discursivos. Vale la pena aclarar que en su mayoría son textos que se concentran en la escritura de textos canónicamente tildados como académicos (resúmenes, ensayos, artículos, comentarios, reseñas). En ellos, a juzgar por los tipos de recomendaciones y de ejercicios didácticos propuestos, se estima que la suma de aprendizajes de aspectos parciales sobre lectura y escritura, dan por resultado el aprendizaje del objeto de conocimiento en su totalidad (el todo es la suma de las partes) y que como ¿habilidades¿ se pueden desarrollar a partir de un juicioso estudio de dichas recomendaciones, no importan los contextos para los cuales se deban producir.
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 01/04/14 → 31/03/15 |
Financiación de proyectos
- Interna
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA