Detalles del proyecto
Descripción
En la región de La Chorrera habitan cuatro pueblos indígenas: uitoto (mƗnƗka), okaina (Ɨbuza), bora y muinane (gaigomƗjo); Estos son los denominados Pueblos del Centro, hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce. En los últimos años, estos pueblos han construido en su plan de vida [1] Alrededores del proceso de tejer el canasto de la abundancia : se trata de mantener su soberanía como pueblos, y de revitalizar y comunicar sus formas de conocimiento [2]. Después de la violencia, la esclavitud y el etnocidio a los que fueron sometidos durante la época de las caucherías, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, sus poblaciones quedaron diezmadas y, en muchos casos, sus pobladores fueron forzados a migrar. A pesar de la violencia ejercida contra estos pueblos, durante la época de las caucherías y con todo y la presencia estatal y misionera a partir de la década del 30, los Pueblos del Centro han continuado desarrollando sus saberes y sus tradiciones culturales. En la década de 1980 lograron expulsar a los misioneros y consiguieron la titulación del resguardo predio Putumayo. Desde entonces han venido configurando su plan de vida con la creación de AZICATCH[3]. En este contexto, el proceso de tejer el canasto de la abundancia está relacionado con dejar atrás el del sufrimiento, y constituir un presente y un futuro de autodeterminación y dignidad. Estos pueblos hablan de endulzar la palabra para referirse al diálogo en condiciones de serenidad y de disposición a la escucha. Desde tal perspectiva, este proyecto, que es el resultado de un proceso de formulación conjunta con AZICATCH, pretende construir colectiva e interdisciplinarmente[4], a través de la investigación colaborativa, una propuesta de museología social y tres propuestas de transmediación que faciliten los procesos de comunicación de la cultura, los saberes y la historia de los Pueblos del Centro, y que apoyen la revitalización de sus lenguas. Endulzar la palabra tiene una especial relevancia en la coyuntura actual colombiana, en especial porque la necesidad de diálogo y de reconstrucción del tejido social es fundamental hoy, en Colombia: esto implica cuidar la palabra para tomar distancia del enfado y el conflicto, y propiciar el diálogo con ecuanimidad y serenidad. La justificación y la pertinencia de este proyecto se puede plantear en tres dimensiones. En primer lugar, representa un aporte para el fortalecimiento del plan de vida de los Pueblos del Centro en la Amazonía, en cuanto a la transmisión y comunicación de su cultura y sus saberes. En segundo lugar, el proyecto implica la posibilidad de reflexionar y vincular a los debates de la coyuntura contemporánea en Colombia la noción de endulzar la palabra. Este vínculo conlleva una resignificación del diálogo desde la perspectiva de las prácticas de estos pueblos. Por último, este proyecto aporta un escenario concreto para el desarrollo de propuestas de investigación colaborativa, interdisciplinar e interepistémica[5], y para la reflexión sobre los métodos y las prácticas de las ciencias sociales hoy en día. Estas propuestas y reflexiones favorecen, además, la formulación del programa de investigación del eje 4 del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas y los procesos de formación de estudiantes de pregrado, maestría y doctorado de los diferentes programas en los que participan los profesores que hacen parte del proyecto. Por otra parte, el proyecto se articulará con las áreas de trabajo del nuevo Doctorado en Comunicación, Lenguajes e Información. En lo referido al fortalecimiento del plan de vida de los Pueblos del Centro, es importante señalar que este se formuló en el 2006 con el objetivo de seguir siendo pueblos culturalmente diferenciados, garantizar el gobierno propio, la defensa de la tierra y de los recursos naturales, la soberanía alimentaria, la educación manejada por ellos mismos, la justicia propia y el derecho a vivir sanamente[6]. En este sentido, el proyecto que aquí se propone es el resultado de un proceso de consulta y diálogo con AZICATCH y con los abuelas y los abuelos de los cuatro pueblos en el territorio, y apunta a acompañar su plan de vida respetando la autonomía de los Pueblos del Centro y construyendo, de manera colaborativa, propuestas que ayuden a los procesos de revitalización y resignificación cultural, especialmente en lo referido al fortalecimiento de la lengua, pero también en relación con los procesos de construcción y consolidación de una educación, justicia, salud e historia propias. Por su parte, cabe destacar que el proyecto tiene contemplado un componente de diálogo, comunicación y transmediación que apunta a aproximarse a la práctica de endulzar la palabra como una forma de resolver las cuitas de la comunidad, propiciada por la mediación de las plantas sagradas, y que busca auspiciar el diálogo desde la palabra fría que permite la conversación y la escucha; una comunicación con alegría y afecto. Para los Pueblos del Centro la palabra dulce, la palabra fría, puede tener un poder de sanación, de producir la armonía y, por esta razón, consideramos que en medio de los conflictos y profundas inequidades que caracterizan la coyuntura actual, endulzar la palabra puede permitirnos aprender a escucharnos entre nosotros y comprender la importancia que tiene la voz de cada uno de los actores y comunidades que conforman la sociedad colombiana. Por último, se propone el desarrollo de un proyecto basado en la investigación colaborativa y que tiene como horizonte el diálogo intercultural. El proyecto parte del diálogo entre los saberes de los pueblos del centro, el seguimiento de los intereses de los niños, los medios de comunicación, el aprendizaje, las habilidades, las capacidades, las problemáticas y las potenciadas. El contexto de este proyecto. Los profesores que participan en el Departamento de Comunicación tienen experiencia en lo referente a la problemática y descolonización de las tecnologías, las narrativas, la transmisión y la educación, así como en el estudio de los procesos de elaboración de las formas de comunicación, las alternativas y las comunidades. por diferentes grupos indígenas); Los profesores del Departamento de Lenguas han investigado sobre las tensiones entre modernidad y colonialidad y entre lengua y nación, cuestionando la forma como se han impuesto las lenguas y los saberes, y la vez que han estudiado el papel de la narración desde las perspectivas literarias y cognitivas; por su parte Juan Daniel Gómez ha trabajado sobre la relación entre el conocimiento ancestral, medicina indígena y plantas sagradas y ha sido un debate teórico sobre la comunicación intercultural, el diálogo de saberes y los saberes otros; Minerva Campion ha trabajado con pueblos indígenas de Colombia, Ecuador y Perú, a partir de una perspectiva descolonial, para comprender cómo las fronteras nacionales son parte de la estructura de la colonialidad de los Estados latinoamericanos. Actualmente, trabaja los vínculos entré música popular y descolonialidad; por último, Amada Carolina Pérez ha investigado sobre la historia de las Misiones católicas teniendo en cuenta el tipo de representaciones que se producen a partir de ellas, la manera como se implementan las estrategias misionales y las tácticas indígenas de resistencia; Además, ha desarrollado propuestas en las que se entretejen la investigación colaborativa y la museología social. Ahora bien, como se señaló anteriormente, la idea es propiciar un diálogo no solo entre los saberes de la academia (interdisciplinar), sino con saberes otros (interepistémico), en particular los de los Pueblos del Centro. Desde la justicia cognitiva[7], es posible elaborar una reflexión sobre la pertinencia y la legitimidad de las ciencias sociales y humanas en el mundo contemporáneo, particularmente en lo referido al trabajo con comunidades y a la búsqueda de alternativas frente a las encrucijadas que se presentan en la coyuntura actual, marcada por el problema medioambiental, la desigualdad, la crisis del capitalismo y de la sociedad de consumo, y la necesidad de procesos de transformación colectiva. El proyecto se constituye así en un espacio de experimentación, de creación y de aprendizaje conjunto a partir del cual se pueden plantear las dificultades, las ventajas y los horizontes que abre la investigación colaborativa. [1] El plan de vida es el resultado del proceso de formulación colectiva, por parte de los cuatro pueblos, de las directrices y principios que orientan su organización en el territorio. [2] En el caso de los Pueblos del Centro tejer el canasto de la abundancia es una metáfora que refiere a una noción propia de buen vivir. [3] Asociación Zonal de Cabildos y Autoridades Territoriales de La Chorrera. [4] Este proyecto contará con la participación de investigadores de los departamentos de Lenguas, Comunicación, Historia, Psicología y Ciencia Política, y la propuesta implica un diálogo entre estas disciplinas a partir del uso de teorías y metodologías propias de cada una de ellas. [5] Una investigación interepistémica supone el intercambio de saberes entre diferentes pueblos y aproximaciones culturales. [6] El plan de vida de los Pueblos del Centro se puede consultar en el siguiente enlace:https://siic.mininterior.gov.co/sites/default/files/plan_de_vida_de_los_hijos_del_tabaco_la_coca_y_la_yuca_dulce_chorrera.pdf [7] Al respecto, véase: Boaventura De Sousa Santos,Descolonizar el sable, reinventar el poder(Montevideo, ediciones Trilce, 2010).
Estado | Finalizado |
---|---|
Fecha de inicio/Fecha fin | 13/01/20 → 30/08/22 |
Palabras clave
- Comunidades indígenas
- Investigación colaborativa
- Museología social
- Revitalización lingüística
- Transmediación
Estado del Proyecto
- Terminado
Financiación de proyectos
- Interna
- Pontificia Universidad Javeriana