Efectos del establecimiento de sistemas silvopastoriles sobre la diversidad bacteriana edáfica y estructura genética de la comunidad de bacterias oxidadoras de amonio en El Hatico (Departamento del Valle).

Durante los últimos años los biomas forestales en América Latina han sido talados y reemplazados promoviendo el pastoreo de ganado. En Colombia, las tierras modificadas para este tipo de actividad incrementaron significativamente de 14.6 a 35.5 millones de hectáreas (IVH, 1998) y la actividad ganadera continúa reemplazando hábitats naturales y otros tipos de actividad agrícola (Ibrahim et al., 2006). La ganadería convencional está catalogada como la principal responsable del impacto ambiental que viven los ecosistemas naturales (Camero et al., 2002) debido al uso inadecuado de prácticas de manejo, que ocasionan un deterioro progresivo en la calidad de los suelos, y al establecimiento de gramíneas en monocultivo con baja productividad, para la cría de bovinos de forma extensiva (Abarca, 1997). El principal problema de los pastizales convencionales, como uso de la tierra, es su degradación la cual es causada por la pérdida de fertilidad del suelo, elevado uso de insumos externos y al manejo intensivo de pastoreo (Sadeghian y Murgueitio, 1999; Sanchez y Rosales, 2002; Clegg et al., 2003; Musalen, 2003). En este último problema, se involucran factores como el pisoteo, la defoliación y transferencia de nutrientes por los animales, los cuales alteran considerablemente la productividad (Patra et al., 2006). Es por esto que la conservación del medio ambiente, el manejo racional de los recursos naturales y nuevos enfoques en la producción agropecuaria, buscan la sostenibilidad de los sistemas a mediano y largo plazo, representando los desafíos más importantes en el ámbito mundial (Molina, 1998; Ibarra y Benitez, 2002).