Detalles del proyecto
Descripción
La plausibilidad biológica de la enfermedad periodontal y su condición como factor de riesgo para enfermedades sistémica de alto impacto en la mortalidad de países industrializados ha sido ampliamente analizada en las últimas décadas. El conocimiento actual de la patobiología de la enfermedad periodontal como infección crónica permite establecer tres aspectos fundamentales para entender racionalmente la eventual asociación y son: los factores de riesgo compartidos entre la enfermedad periodontal y las enfermedades sistémicas relacionadas, la presencia de biopelícula subgingival que constituye la fuente de bacterias Gram negativas y la existencia de la lesión típica de la enfermedad periodontal, la bolsa periodontal, como reservorio de mediadores inflamatorios. Si se amplía la perspectiva de la historia natural de la enfermedad periodontal y se mira a la periodontitis como una potencial exposición por sí misma, se comienza entonces a visualizar el riesgo en el contexto de la Medicina. La hipótesis central de la medicina periodontal señala que la infección periodontal presenta una respuesta inflamatoria que traspasa el nivel local y llega al nivel sistémico. (1) El cuarto Estudio Nacional de Salud Bucal en Colombia ENSAB IV resalta el hecho de que la presencia de enfermedad periodontal contribuye a agravar problemas sistémicos, por lo que tendría un profundo significado sobre la expectativa de vida. La mayor parte de la población Colombiana (61.8%), según el ENSAB IV, presenta Periodontitis en sus diferentes grados de severidad (siendo la más frecuente la Periodontitis moderada en el 43.46% (2) La enfermedad periodontal, así como la enfermedad cardiovascular, constituyen procesos inflamatorios crónicos. Numerosos estudios de corte transversal y longitudinales han suministrado evidencia de que existe una asociación entre la Periodontitis y el riesgo elevado de enfermedad cardiovascular. Algunos han demostrado que la periodontitis es un factor de riesgo independiente para la enfermedad cardiovascular; ajustando otros factores cardiovasculares como edad, sexo, cigarrillo, obesidad y lípidos. Un amplio número de revisiones sistemáticas y metaanálisis han descrito la relación entre la infección periodontal y cardiovascular y han sugerido que la periodontitis contribuye a la enfermedad cardiovascular y al infarto en pacientes susceptibles. Ambas enfermedades tienen en común factores de riesgo como: la edad, el sexo masculino, el factor socioeconómico y el cigarrillo, entre otros. (3) La enfermedad periodontal es el resultado de una exposición repetida y sistemática a las bacterias, a las endotoxinas, a los lipopolisacáridos y a otros productos bacterianos que alteran el metabolismo de los lípidos y la homeostasis; esta exposición sistemática a las bacterias orales ocasiona un disturbio en el metabolismo de los lípidos y un estado de hipercoagulación a través de la elevación de citocinas circulantes. Algunos estudios previos sugieren que los lipopolisacáridos actúan como un blanco que activa una cascada de citocinas inflamatorias que generan muchas complicaciones vasculares y de coagulación asociadas con ateroesclerosis. Por su parte, los monocitos derivan citocinas como el Factor de Necrosis Tumoral, y las Interleukinas 1, 6 y 8 que tienen fuertes efectos en la síntesis de proteínas hepáticas (en la regulación de la síntesis de fibrinógeno), en el catabolismo tisular y el metabolismo lípidico; el Factor de Necrosis Tumoral y la Interleukina 1 inhiben la producción de la lipasa lipoproteíca, causando un disturbio del metabolismo lípidico. La IL-1, TNF-¿, INF-¿ y PGE2 alcanzan altas concentraciones en el periodonto enfermo y pueden acceder a la circulación e inducir o perpetuar algún efecto sistémico. Los efectos de estas citocinas son agregación plaquetaria, inducción de la formación de células espumosas o depósito de colesterol. (4) La hipertensión arterial (HTA) sigue siendo un desafío epidemiológico por su elevada frecuencia de presentación, que aumenta en la población adulta mayor. Está ampliamente comprobado que el control de la presión arterial (PA) disminuye la morbimortalidad cardiovascular (CV); sin embargo, sigue siendo un desafío pendiente. La HTA es una enfermedad controlable, de etiología múltiple, que disminuye la calidad y la expectativa de vida. La presión arterial se relaciona en forma positiva, lineal y continua con el riesgo CV. Visto el incremento significativo del riesgo asociado con una PA sistólica > 140 mm Hg, una PA diastólica > 90 mm Hg, o ambas, esos valores se consideran el umbral para el diagnóstico, si bien se reconoce que hay riesgo, aunque es menor, con valores tensionales inferiores. El riesgo global es mayor cuando la HTA se asocia con otros factores de riesgo o enfermedades, como ocurre muy frecuentemente. (19) En la hipertensión y en las enfermedades cardiovasculares el daño del endotelio vascular y su funcionabilidad es uno de los procesos iniciales. El endotelio es un órgano multifuncional en el cual se llevan a cabo muchos procesos. En condiciones normales regula el tránsito de la sangre, su fluidez e interviene en el proceso de vasorregulación (vasoconstricción y vasodilatación), mediante el equilibrio en la producción de factores procoagulantes y anticoagulantes. Comanda los procesos de antitrombogenicidad y angiogénesis; interviene en el mecanismo de respuesta inmune y se le considera una fuente importante de producción de sustancias de acción paracrina y autocrina responsables de la fisiología vascular (6.18). El endotelio juega un papel muy importante en el normal funcionamiento de la pared de los vasos. La disfunción endotelial se considera una de las primeras características en la progresión del ateroma. Varios factores, tales como hipercolesterolemia, estrés oxidativo, diabetes, tabaquismo e infecciones pueden aumentar la expresión de moléculas de adhesión y producir disfunción endotelial. El aumento de la producción de mediadores de adhesión conduce a un aumento de la permeabilidad de la íntima y a la formación inicial del ateroma (11) A pesar del alto predominio de hipertensión en la población general y su importancia en el pronóstico para el paciente, pocos estudios han buscado la relación entre presión sanguínea y la enfermedad periodontal. Castelli y col encontraron una proliferación de las capas íntima y elástica con reducción de la luz de los vasos sanguíneos que irrigan el ligamento periodontal en sujetos hipertensos (5). Higashi y col en el 2008 plantearon una investigación con el fin de evaluar la función endotelial en pacientes hipertensos con periodontitis, que no tuvieran ningún otro factor de riesgo cardiovascular. Los resultados señalaron que la periodontitis está asociada con disfunción endotelial en sujetos sin otros factores de riesgo pero con hipertensión, y señalan además que la inflamación que subyace a la periodontitis puede ser en parte la causa de la disfunción endotelial (6). Angeli y col en el 2003 reportaron que la presión sanguínea sistólica se aumenta con la severidad de la enfermedad periodontal, mientras que la presión diastólica no mostró ningún cambio significativo. La masa del ventrículo izquierdo mostró también un aumento progresivo con la severidad de enfermedad periodontal. (7) Por lo anteriormente expuesto, la presente investigación se plantea entonces la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es el efecto, en pacientes hipertensos, del tratamiento periodontal sobre los biomarcadores de inflamación sistémica?
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 30/04/17 → 29/01/24 |
Financiación de proyectos
- Interna
- Vicerrectoría de Investigación
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA