Dimensiones del funcionamiento mental de la mujer maltratada, del hombre agresor y de las relaciones destructivas entre ellos.

El maltrato definido como un comportamiento violento que se aplica a seres débiles o indefensos es y ha sido un hecho común en múltiples sociedades en distintos momentos de su historia. Se ejerce maltrato sobre niños, ancianos, mujeres, indígenas, y también sobre migrantes considerados como despreciables. El maltrato es una realidad social e histórica que adopta innumerables formas, pero también es una realidad psíquica, cuyos procesos subyacentes no han sido suficientemente explorados. Los estudios descriptivos han definido las variables socio-demográficas que como factores causales pueden generar o incrementar el maltrato. Pero no sabemos por qué razones internas una mujer maltratada se queda al lado de quien la maltrata y además lo defiende frente a quienes le comunican su preocupación por el daño que puede hacerle el agresor. ¿Qué sucede en la mente de la mujer maltratada y en la mente de quien ejerce la violencia sobre ella? ¿Cómo se pueden caracterizar las relaciones maltratantes entre ellos? ¿Por qué esta realidad social es tan expandida en el tiempo y en el espacio? ¿Será que hay ciertos factores psíquicos que puedan explicar la constancia del fenómeno a pesar de las aparentes variaciones sociales, económicas y culturales entre quienes son víctimas y victimarios? ¿Tendríamos que pensar que en esta repetición habría problemas culturales y transgeneracionales de odios históricos, de muerte y resentimientos?. Es a partir de estas preguntas que comenzamos a pensar el fenómeno del maltrato desde el punto de vista psicoanalítico, pues muchos de estos interrogantes no han sido respondidos por los estudios señalados y son una clara justificación para entrar a trabajar desde un enfoque más profundo los estados psíquicos y las relaciones entre las parejas que hacen del maltrato a la mujer una experiencia tan amplia en el mundo actual, en general, y en nuestra sociedad específicamente.