Detalles del proyecto
Descripción
El proyecto surge a propósito del trabajo doctoral de la investigadora principal Carol Pavajeau Delgado titulado “Mujeres Colombinas, amores, viajes y migraciones. La intimidad en el marco de la movilidad femenina transnacional cualificada” (2020). En esa investigación, se abordaron los asuntos de intimidad en escenarios de migración, movilidad o turismo de mujeres con alto nivel de cualificación. Estudiar el confinamiento por Covid 19, situación antagónica a la movilidad femenina cualificada entre las fronteras, es la propuesta del actual proyecto, esta vez en alianza de co-investigación con Amalia Isabel Izquierdo Campos, profesora investigadora de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautla, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos en México, con el objetivo de fortalecer vínculos académicos, ya que ambas profesoras están vinculadas a la Red de migraciones y movilidades cualificadas en América Latina y a la Red académica de migración y educación, compartiendo el interés investigativo en los temas relacionados con trayectorias académicas y asuntos de género, y ambas han participado en publicaciones que se han difundido a través de dichas redes. ¿Qué tienen para decir las académicas de Colombia y México sobre su vivencia de conciliación entre la vida profesional y la vida privada en el contexto de confinamiento por Covid-19? ¿Cómo ha influido esta nueva realidad en sus relaciones sociales, familiares y laborales? ¿Cuáles son las afectaciones físicas y emocionales que se han desencadenado a partir de esta situación? Desde una perspectiva interseccional que contemple género, edad, clase social, carrera profesional, y experiencias afectivas, familiares y de cuidado, se busca responder estas y otras preguntas emergentes que surjan en la presente investigación. La pandemia Covid-19 no tiene antecedentes, “lejos de tratarse de un escenario temporal, el regreso a la vida pre-pandemia, aún en un escenario optimista, podría tomar años. Entretanto, los países estarán entrando y saliendo de medidas más o menos restrictivas de confinamiento y distanciamiento físico, incluyendo el teletrabajo durante un tiempo indeterminado. El confinamiento podría tener un carácter cíclico” (CIM, 2020, p 11). Por tal motivo, la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha emitido varios documentos sobre las implicaciones en la vida de las mujeres, los cuales coinciden en reconocer que existen impactos diferenciales que recaen sobre las mujeres en los diferentes escenarios sociales, al interior del hogar, en el trabajo y en la política. En tales estudios se evidencia cómo el confinamiento ha implicado una reacomodación en las dinámicas familiares, nuevas negociaciones personales y relacionales en la intimidad por ende mayor exigencia en términos de trabajo relacional (Zelizer, 2005) y, a su vez, la incidencia de éstas en la forma en que las mujeres han tenido que reorganizar su vida laboral, es aquí donde el tema de preocupación feminista por varias décadas con relación a “los cuidados”, retoma centralidad en el contexto actual. El término “cuidado” se refiere al amplio conjunto de actividades puestas a disposición de resolver las necesidades de otro ser vivo, prácticas que se caracterizan por ser intensivas y/o extensivas, de carácter mecánico o, por el contrario, implica formas empáticas y reflexivas para su ejecución (Durán, 2018). En este sentido, los cuidados requieren entender y atender a personas que no pueden resolver todas o parte de sus necesidades físicas, emocionales y/o afectivas y, en la medida en que alguien necesita algo que otras personas pueden brindarle, los cuidados se insertan en relaciones y distribuciones diferenciadas de poder entre personas que cuidan y personas que reciben los cuidados (CIM, 2021). En el documento titulado “Covid 19 en la vida de las mujeres: razones para reconocer los impactos diferenciados”, se muestra “como el confinamiento agudiza la crisis del cuidado, aumentando la carga global de trabajo de las mujeres. Según la OIT las mujeres tienen a su cargo el 76,2% de todas las horas del trabajo de cuidado no remunerado (más del triple que los hombres con 28%), y son ellas quienes tienen doble o triple jornada laboral, situación que se ha agravado con las medidas del confinamiento, particularmente en las familias con hijos/as en edad preescolar o que no pueden asumir de manera autónoma la educación a distancia. La situación actual también ha empeorado en las familias donde algún miembro sufre una enfermedad crónica o están al cargo de adultos/as mayores dependientes. Esta mayor carga de trabajo impacta negativamente el trabajo remunerado y la salud de las mujeres, sobre todo en ausencia de sistemas de cuidados institucionalizados” (CIM, 2020, p.13). Ahora bien, en el carácter cíclico o permanente de confinamiento, se exacerbaron las necesidades de los cuidados al interior de las familias, y la demanda para sus integrantes de administrar su tiempo, e intentar atender simultáneamente múltiples tareas y responsabilidades, en paralelo a las demandas laborales necesarias para el sustento material de las mismas. Este exceso de cargas del trabajo productivo y reproductivo, junto los impactos sociales y económicos, generan una fuerte carga de estrés que tensiona las dinámicas familiares y la salud mental de sus miembros. La carga adicional en su mayoría, son asumidas por las mujeres, esto ha conllevado a la disminución de tiempo para su desarrollo profesional y para el cuidado de si mismas. En el caso de las mujeres académicas, la mayoría de los estudios se han realizado en el norte global, centrando sus análisis en los efectos que ha generado la pandemia en el trabajo académico y los propios desafíos y dilemas que han tenido que afrontar las mujeres en el área. Pereira (2021) realizó un estado del arte sobre el tema, en donde revisó investigaciones de corte cualitativo y cuantitativo, mostrando como todas coinciden en que la pandemia ha afectado el tiempo y las condiciones del trabajo académico, siendo las mujeres, en promedio, más afectadas negativamente que los hombres. Los estudios cualitativos a través de entrevistas y auto etnografías, reflejan según la autora “cómo el trabajo de mujeres académicas durante la pandemia se vio limitado de manera desproporcionada por responsabilidades no académicas distribuidas de manera desigual en los hogares relacionadas con el cuidado, la educación y las tareas del hogar” (Pereira, 2021, p.2), ofreciendo relatos diversos, ricos, encarnados e íntimos de estas experiencias, e “ilustran cómo los pequeños desafíos del día a día (logísticos, espaciales, físicos, emocionales, intelectuales) pueden acumularse con el tiempo para producir efectos notables en el trabajo individual del profesorado, efectos que luego se agregan para tener inmensas implicaciones sobre la igualdad y la diversidad dentro del sector educativo, en su conjunto” (Pereira, 2021, p.3). Al parecer, el mayor impacto en términos de carrera académica ha sido en las labores investigativas y publicaciones, según el seguimiento que realizó la autora durante el año 2020 “varias revistas académicas informaron reducciones en el número y/o proporción de artículos enviados por mujeres (Andersen, 2020; Flaherty, 2020; Kitchener, 2020; Matthewman & Huppatz, 2020; Viglione, 2020; Wright, 2020; Zimmer, 2020).” (Pereira, 2021, p.3) Las investigaciones en la región de América Latina a pesar de ser pocas coinciden con estos resultados. La Pontificia Universidad Católica de Chile elaboró una encuesta que permitió establecer un diagnóstico de las experiencias académicas en contexto de pandemia durante el año 2020, los resultados evidencian que: las principales dificultades se han encontrado en labores de investigación debido a la necesidad de aumentar su dedicación a las labores de docencia. En general, la mayoría declara haber aumentado su tiempo de dedicación al trabajo remunerado, estableciendo dificultades para delimitar los horarios laborales. En este panorama general, se observa que las mujeres tienden a verse más afectadas en las sensaciones de desánimo, así como la percepción de sobrecarga del trabajo no remunerado, donde tienden a percibir una carga no equitativa o que se llevan ese trabajo principalmente ellas. Por otro lado, se observa que las académicas más afectadas en sus labores de investigación, docencia, y funcionamiento general durante el confinamiento, son quienes poseen al menos un hijo/a entre 0 y 5 años (los que por condiciones de la muestra coinciden con personas de edad media, y de categorías académicas asistente o asociado para el caso de la planta ordinaria) (PUCC, 2020, p.4). Los estudios mencionados tanto en el norte como en el sur global reflejan un desequilibrio entre la vida académica y la vida familiar y personal de las mujeres. Debido a la magnitud de este problema y sus efectos potencialmente significativos en las carreras académicas femeninas, es crucial continuar registrando y analizando esos efectos, sobre todo en la región latinoamericana, en países como Colombia y México, donde las investigaciones son pocas, reconociendo el impacto de las responsabilidades de cuidado en las condiciones laborales de las mujeres académicas, pero visibilizando una mirada interseccional, es decir, las diferencias existentes entre las mismas mujeres y proponer otras dinámicas de trabajo académico, impulsadas por una ética del cuidado (Bebiano, 2020; Corbera, 2020; Saldanha, 2020).
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 20/01/22 → 20/11/23 |
Palabras clave
- Covid-19
Estado del Proyecto
- Sin definir
Financiación de proyectos
- Interna
- Pontificia Universidad Javeriana