Detalles del proyecto
Descripción
El trabajo en oncología requiere un abordaje integral que implica una comprensión inclusiva, no sólo referida al proceso de enfermedad como tal sino también a diversos aspectos psicosociales relacionados con el proceso de dicho paciente. Al respecto, se identifica un interés especial por conocer, abordar y suplir las necesidades del paciente oncológico en relación con la atención integral en salud, donde se resalta la comunicación asertiva, oportuna, empática (basada en el respeto y la confianza), clara (lenguaje ajustado a cada paciente), en la que se vele porque los pacientes conozcan y comprenden su enfermedad y los alcances de los tratamiento, propiciando una mejor adaptación y afrontamiento, así como la oportunidad para que el paciente tome decisiones informadas en relación con el tratamiento (Minsalud y Colciencias, 2012a, 2012b, 2012c). Se reconoce que no es fácil para el profesional de la salud definir lo que es una ¿información adecuada¿ para cada paciente, aun así, se considera que se debe garantizar que dicha información sea la que el usuario solicita en cuanto a su extensión y profundidad, y que aporte a su comprensión acerca de la enfermedad y las implicaciones que tiene en términos de cambios y requerimientos que se empiezan a presentar. Se plantea que la comunicación es un elemento fundamental de la relación médico paciente y que una comunicación eficiente implicaría que se favorezca la toma de decisiones informadas, se refuercen comportamientos saludables y en general, sirva para orientar al paciente y a su familia en cuanto a la satisfacción de las necesidades del paciente ya sean de tipo emocional o instrumental (Expósito y Dominguez, 2008). Existen reportes sobre la presencia de dificultades en los profesionales de la salud en cuanto a la comunicación de malas noticias en diversos contextos y en interacción con distintos tipos de pacientes (según patologías, edad,¿) (Alves 2003, Kusminsky 2013, Artús, Beux y Pérez 2012). Para cuidadores formales (profesionales de salud) y quienes son objeto de cuidado (pacientes), el dar y/o recibir malas noticias, resulta ser una situación de difícil manejo (Arranz, 2006). En particular, la comunicación médico paciente en oncología se complejiza, hay aspectos puntuales relacionados con el cáncer, con el significado cultural de la enfermedad, con los tratamientos, con el paciente mismo, así como con la interacción con su médico, que pueden influir en que se presenten o no dificultades (Artús, Beúx y Pérex, 2012, Expósito y Dominguez, 2008). En relación con lo anterior, Expósito y Dominguez (2008) resaltan que el cáncer es una enfermedad que representa una amenaza para la vida; sobre esto, vale la pena anotar que esa connotación de amenaza contra la vida se incluiría dentro de lo que se reporta en la literatura como malas noticias en oncología; al respecto, se indica que este tipo de noticias suele anunciar un cambio a futuro que es valorado como grave o adverso desde la perspectivas del paciente (Garcia-Reyes, Lara-Solares, Guevara-López et al 2008; Buckman, 2005; Buckman, 1984). En relación con lo expuesto hasta el momento, se plantea como pregunta de investigación: ¿Cómo es la experiencia de médicos, pacientes y cuidadores en cuanto al proceso de comunicación de malas noticias en el Centro Javeriano de Oncología?}
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 13/04/15 → 12/10/17 |
Financiación de proyectos
- Interna
- Vicerrectoría de Investigación
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA