Coherencia del Estatuto Orgánico de Bogotá y de los instrumentos de planeación y de gestión posteriores a su expedición. Ilustración a partir de unos proyectos territoriales sectoriales seleccionados

El deber ser consagrado en el Estatuto Orgánico de Bogotá ( Según el artículo 3° del Decreto 1421 de 1993-Estatuto orgánico de Bogotá el objeto del Estatuto político, administrativo y fiscal es ¿dotar al Distrito Capital de los instrumentos que le permitan cumplir las funciones y prestar los servicios a su cargo, promover el desarrollo integral de su territorio, y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes¿) obedece a un consenso logrado entre las diferentes fuerzas y tendencias existentes al momento de su redacción, en cuanto a la manera que se concebía la ciudad capital en el contexto de descentralización previsto en la Constitución de 1991. Para lograr este propósito el mismo Estatuto previó, de manera general, algunas herramientas de planeación o de gestión, tales como el Plan de Desarrollo Distrital, el plan para cada localidad y el Plan de Ordenamiento Físico del Territorio (POT). No obstante, esa concepción inicial, esa visión de ciudad se ha ido desdibujando y/o modificando en la medida en que los instrumentos de planeación y de gestión expedidos con posterioridad al Estatuto pueden no ser coherentes entre ellos y con el propio Estatuto, dando por resultado una perspectiva de ciudad que no necesariamente corresponde a la prevista en el documento de 1993. Es decir que este y aquellos pueden no tener una relación directa y, por tanto, no coincidir en su concepción de ciudad capital desde la perspectiva del modelo de descentralización adoptado. De estas consideraciones, surgen preguntas como las siguientes que se pretende resolver con la investigación: ¿Existe una coherencia entre el Estatuto de Bogotá, expedido en 1993, y los instrumentos de planificación y de gestión elaborados con posterioridad al mismo en los distintos niveles territoriales del Distrito?; ¿Se hicieron estos últimos consultando la letra y el espíritu del Estatuto?