Caracterización molecular de redes organometálicas para la adsorción selectiva de mercurio (Hg2+ y CH3Hg+). Un estudio computacional.

Las aguas contaminadas con mercurio constituyen un riesgo para la salud de los seres humanos y en general para todos los seres vivos que dependen directamente de dichos ambientes. El mercurio se puede biotransformar en especies aún más tóxicas tal como metilmercurio, con una vida media mayor que el mercurio inorgánico. Además, en la forma de metilmercurio, la toxicidad se biomagnifica a través de la red alimenticia en los sistemas acuáticos ya que los peces preferentemente excretan mercurio inorgánico mientras que acumulan metilmercurio. Dicha toxicidad, incluso debida a bajas dosis, se ha correlacionado con efectos adversos en aspectos neuroquímicos, fisiológicos, inmunológicos y reproductivos tanto en animales como en seres humanos. Colombia, específicamente, enfrenta un reto en cuanto a la eliminación del mercurio de la minería aurífera y artesanal y a pequeña escala, como una de las actividades antropogénicas a las que se les adjudica en gran medida la contaminación por mercurio que sufren nuestros afluentes, constituyendo así un problema de salud pública. Son varias las medidas a tomarse a corto y largo plazo en acuerdo al convenio internacional de Minamata (http://www.mercuryconvention.org/Convention/tabid/3426/Default.aspx) y a la Ley colombiana 1658 de 2013, entre las que se cuentan: desarrollar lineamientos ambientales para el plan de cierre y abandono minero, apoyo, acompañamiento y evaluación de proyectos en producción más limpia y proyectos piloto para el mejoramiento de los procesos existentes en las plantas de beneficio, entre otros. Con estas medidas se aspira cumplir con lineamientos nacionales e internacionales en cuanto a las concentraciones de mercurio permitidas en aguas así como la concentración de mercurio en algunas partes del cuerpo humano.