Detalles del proyecto
Descripción
El trabajo artesanal de bordar con hilos prendas de vestir femeninas en Cartago, Valle, se ha convertido en un oficio representativo de la tradición cultural de esta región (Biblioteca Departamental Jorge Garces & Franco Gil, 1982). Sin embargo, el saber-hacer de las mujeres que lo ejercen, sus historias de vida, así como las historias que ellas cuentan en su labor de tejido, son en muchas ocasiones invisibles a la mercantilización de estos productos en una ¿feria de intermediaciones¿ que tiene lugar en distintas escalas: locales y tiendas distribuidas en las grandes urbes del país o exposiciones de artesanías a nivel nacional e internacional (Entrevista realizada a Empresaria del diseño textil, Abril 16, 2013). En este sentido el valor dado al producto final no siempre reconoce las condiciones que posibilitan su manufactura, las cuales están asociadas, entre otros asuntos, a la informalidad del trabajo en sí, el cual se realiza de modo paralelo y en ocasiones subsidiario a otras actividades de sostenimiento vital del núcleo familiar como la agricultura, el cuidado de seres queridos o el trabajo doméstico. Estas condiciones de posibilidad del bordado como saber-hacer, en particular su precariedad, están por su parte sostenidas por el desconocimiento, en ocasiones deliberado, de quienes se interesan en mercantilizarlas o consumirlas, asunto que no favorece la generación de dinámicas de mercado justo y si contribuye a sostener la precarización. Lo anterior aplica, tanto para iniciativas de mercantilización y consumo neoliberales, como para aquellas orientadas por principios de economías más solidarias. Ahora bien, la precarización del bordado como oficio, parece estar asociada con su feminización, en términos demográficos y simbólicos (Pérez-Bustos, 2010), aspectos que han sido identificados por la crítica feminista sobre el trabajo como constitutivos de un cierto ethos del cuidado (Arango Gaviria, 2008). Desde esta perspectiva, sin embargo, el bordado se ubica como un saber-hacer de cuidado en tanto que está orientado a la generación de productos que sostienen la economía familiar y que están sujetos a procesos de mercantilización (Precarias a la Deriva, 2004). Este énfasis en el producto deja en un segundo plano el conocimiento propio, cotidiano e incorporado que está detrás de la técnica y las interdependencias y colectividades que éste genera y de las cuales depende. Aspectos que, como ya hemos señalado, van a colocar a estas colectividades en condiciones de vulnerabilidad frente a los propios procesos de mercantilización. Es de nuestro interés tensionar esta aproximación en torno al cuidado, para preguntarnos colectivamente qué conocimiento se teje desde el bordado y cómo ese conocimiento recoge otros sentidos del ¿cuidar¿, que vayan más allá del sostenimiento de la economía familiar. Nos referimos aquí a un saber-hacer asociado a la técnica, que articula aspectos prácticos, emocionales y cognitivos y que se posiciona de modos particulares frente al futuro (Pérez-Bustos, Olarte Sierra, & Diaz del Castillo, n.d.). Un conocimiento situado que se puede fortalecer desde su visibilización, en la consolidación de redes de sentido que conecten a las bordadoras de Cartago, en su diversidad, con saberes empresariales sensibles al comercio justo, con el conocimiento situado de otras comunidades de artesanas en el país cuyas experiencias puedan servir de punto de partida para el propio reconocimiento y con un conocimiento científico social y tecnológico que posibilite tanto ampliar el universo discursivo propio y sensibilizar el consumo consciente de otros actores, como construir plataformas comunicativas e informáticas que apalanquen el desarrollo local. Proponemos responder a esta pregunta por el cuidado como conocimiento, desde un ejercicio de sistematización de experiencias que ponga en diálogo directo, por no decir polifónico, las experiencias de mujeres bordadoras de Cartago con otras comunidades de mujeres artesanas del tejido en el país en torno a su oficio, y las experiencias de diseñadoras que trabajan solidariamente desde y con la artesanía como inspiración. En este sentido el proyecto busca tanto reconocer el conocimiento propio presente en el bordado como redimensionarlo a partir del diálogo y de ejercicios de diseño participativo, que están encaminados a potenciar las capacidades de las personas, respondiendo a sus intereses vitales, sin estar meramente enfocado en suplir necesidades (Manzini & Rizzo, 2011).
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 22/01/14 → 21/01/16 |
Financiación de proyectos
- Nacional
- DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE CIENCIA,