Búsqueda de nuevas alternativas terapéuticas para erradicar la infección por Helicobacter pylori: una estrategia para reducir el riesgo de cáncer gástrico.

El cáncer gástrico (CG) es una de las enfermedades malignas más comunes a nivel mundial (1), si bien su incidencia ha disminuido en los últimos 50 años, sigue siendo el cáncer más frecuente de los países en vías de desarrollo, aunque posee tasas de incidencia variables entre los diferentes países (2). En Colombia, CG ha sido considerado por muchos años como una enfermedad que conlleva altos costos en salud y ha sido señalado como una de las primeras causas de mortalidad (3) en nuestro país, el CG se ha posicionado como la primera causa de muerte por cáncer en hombres y la tercera en mujeres (4). Dentro de los factores de riesgo asociados a CG se han señalado factores genéticos, ambientales y la infección por H. pylori (5). La evidencia demuestra que la infección por H. pylori conduce a una fuerte infiltración granulocítica y linfocítica que desencadena una inflamación persistente y que sumada a una condición de hipoclorhidria en el cuerpo gástrico se constituye como el principal factor de riesgo (RR: 34.5) para el desarrollo de CG (6). Por lo tanto, la bacteria es reconocida como un patógeno cancerígeno Clase I en humanos (7).Se estima que la infección por H. pylori afecta el 80% de la población de los países en vía de desarrollo, situación que se le atribuye a las malas condiciones sanitarias existentes en estas sociedades y que condicionan la exposición frecuente al patógeno (8). En Colombia más del 80% de los adultos se encuentran infectados por H. pylori (9) y la infección generalmente se adquiere en la niñez, pero el diagnóstico de cáncer gástrico generalmente se hace después de la sexta década de vida (3). Es por esta razón, que además de identificar los pacientes infectados por H. pylori, la estrategia que resulta más útil para controlar el cáncer gástrico es el tratamiento para lograr una erradicación eficaz de la infección (10). En la actualidad, la terapia de primera línea para H. pylori, la cual está basada en el uso del antibiótico claritromicina, no presenta las tasas de curación deseadas, y las directrices recientes para la erradicación de H. pylori del ¿Maastricht-V4 Consensus¿ no recomiendan esta terapia en regiones con alta prevalencia de resistencia a la claritromicina (11). La evidencia muestra que en regiones donde la resistencia a los antibióticos es superior al 15-20%, la tasa de éxito se reduce hasta en un 35%. Los niveles dentro o por encima de este rango se han informado en algunos países europeos y asiáticos y de manera general en América Latina (12), los resultados obtenidos por nuestro grupo de investigación en población colombiana muestran que la resistencia a la claritromicina es de 17,7% (13) y 27.3% para levofloxacina, un antibiótico que con frecuencia sustituye a claritromicina (14). Es evidente entonces que bajo esta panorámica, los tratamientos actuales, no son una estrategia eficaz para la erradicación de H. pylori; situación que genera la necesidad de investigar y desarrollar terapias alternativas a los fármacos convencionales (15). En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en febrero de 2017, una publicación para promover la investigación y el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas para los gérmenes multirresistentes y clasificó a H. pylori como una bacteria de alta prioridad (16). La utilización tradicional de especies vegetales, aliada al desarrollo científico viene propiciando grandes avances en el estudio terapéutico de plantas medicinales, y como consecuencia, en el descubrimiento de nuevas sustancias con promisorias actividades biológicas y farmacológicas (17). Un estudio realizado en 2012 mostró que aproximadamente el 40% de los nuevos fármacos desarrollados en los últimos 30 años son de origen natural o derivados de sustancias provenientes de metabolismo vegetal o de organismos marinos (18).Dado el reciente interés hacia las plantas medicinales, la investigación fitoterape¿utica ha demostrado con evidencia científica que estas plantas medicinales no solo contienen principios activos que demuestran actividad farmacológica así¿ como también se ha ampliado la evaluación de la efectividad y seguridad de las mismas.Adicionalmente, una de las alternativas emergentes es la fagoterapia, en la cual se usan partículas virales capaces de infectar bacterias, estos bacteriófagos pueden ser líticos, es decir que tienen la propiedad de lisar las células bacterianas para la liberación de la progenie del fago (19). La fagoterapia ya ha sido usada con éxito en el tratamiento de enfermedades infecciosas causadas por otras bacterias Gram positivas y Gram negativas (20). Sin embargo, para H. pylori, la descripción de fagos es aún limitada, aunque es un campo en crecimiento y en la actualidad se han descrito diferentes fagos insertados en el genoma de la bacteria (21-28), pero los reportes acerca de fagos líticos específicos para H. pylori son muy pocos (28-30) aunque con resultados prometedores que soportan en el potencial terapéutico de estas partículas virales en la erradicación de H. pylori y la consecuente disminución en el riesgo de desarrollo de cáncer gástrico. Considerando lo anterior, este proyecto está específicamente enfocado a responder las siguientes preguntas:¿ ¿Cuál es el potencial terapéutico de bacteriófagos para la erradicación de la infección por H. pylori?¿ ¿Los extractos, compuestos y fracciones de origen vegetal del género Passiflora poseen actividad anti-H. pylori en modelos in vitro?