Detalles del proyecto
Descripción
El proceso de atención en salud se basa en la relación médico-paciente. El primer resultado de esta relación es un diagnóstico médico de la enfermedad primaria y demás comorbilidades o eventos que afectan la salud del paciente, traducidos al lenguaje de la clínica médica. Para este proceso es fundamental determinar la causa del problema, es decir, formular el diagnóstico primario y demás comorbilidades o eventos que afectan la salud del usuario de los servicios. El registro correcto y específico de estos diagnósticos en la historia clínica del paciente es esencial para las instituciones de salud y para el mismo sistema de salud, con el fin de elevar la calidad del servicio y formular políticas públicas pertinentes de acuerdo con las necesidades en salud de la población (Lojo, 2010). Aun así, el proceso de codificación diagnóstica se considera uno más de los tantos requisitos burocráticos a los que se ve sometido el personal médico, lo que se traduce en altísimo subregistro y mala calidad de la codificación representada en imprecisiones y omisiones. El registro de los diagnósticos se realiza de acuerdo con un sistema de clasificación de enfermedades mundialmente validado. Actualmente el utilizado es la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas relacionados con la salud en su versión 10 (CIE-10). Este sistema se usa por norma general en Colombia. El médico debe expresar los diagnósticos principal y secundarios con su respectivo código alfanumérico CIE10. Este proceso se llama codificación de diagnósticos. Para encontrar el término oficial que mejor describe la situación de su paciente, el médico emprende una búsqueda (Kealey & Howie, 2013). El problema parecería, entonces, un asunto de pura memoria. Pero, la CIE 10 se distribuye en 21 capítulos anatomopatológicos, que se traducen en 2.000 códigos de enfermedades representados en tres caracteres (Ej: A06= Amebiasis) y alrededor de 20.000 códigos específicos de cuatro caracteres (Ej: A06.0=Disentería amebiana aguda). A medida que el saber médico aumenta, el número de enfermedades en la CIE10 tiende a crecer. Este aumento y subespecialización de los diagnósticos se vuelve un reto para los profesionales de salud (Lusignan, Liaw, Dedman, Khunti, Sadek, & Jones, 2015). Las historias clínicas electrónicas (disponibles en las grandes ciudades y en los mejores hospitales) incorporan CIE-10 y motores de búsqueda por árbol temático y palabra clave; esto facilita la tarea. Sin embargo, aún en estos lugares, la búsqueda del código adecuado sigue siendo un reto. Por otra parte, en aquellos lugares con historias clínicas en papel, el proceso se basa en la memoria y experticia del profesional de la salud. Por esto, no ha de sorprender que los datos que los prestadores de servicios de salud colombianos reportan al Ministerio de Salud, sean poco confiables. Los registros contienen datos erróneos, duplicados, incongruentes, generales o carecen de algunos de ellos en mayor o menor medida (INS 2012). El análisis del Registro Individual de Prestación de Servicios (RIPS) de tres grandes hospitales en Colombia en 2013 ¿ 2014 (acreditados nacional e internacionalmente) evidenció que más de la mitad de todos los diagnósticos están codificados como indefinidos. Si se le suman los diagnósticos no específicos, la cantidad total de registros que no tenían información útil para la gestión clínica superó el 60% . La pregunta que surge enseguida es: ¿cuáles son las razones para la baja calidad de la codificación? Ésta tiene varios orígenes. Inicialmente, en los sistemas de información del país el médico puede reportar solo un diagnóstico evitando codificar todos aquellos que eventualmente tienen los pacientes. También, el médico puede registrar un diagnóstico indeterminado. En otros casos, éste puede limitarse a una descripción gruesa del problema de salud que tiene su paciente, sin indicar un diagnóstico específico. Por ejemplo, cuando el paciente ingresa en el hospital, su diagnóstico de ingreso puede ser inespecífico; pero, cuando abandona el hospital, su diagnóstico de egreso debe ser completo y específico producto del tiempo y atención recibida, el cual no se actualiza comúnmente en la estancia hospitalaria. Aun así, registrando un diagnóstico no específico, el médico cumple con el requisito y no comete ningún error, aunque el diagnóstico no específico es inútil para la gestión clínica, igual que el diagnóstico indeterminado (Brennan & Stead, 2000). Por estos motivos, muchas instituciones han implementado sistemas de auditoria de codificación para elevar sus métricas de calidad; pero, incluso si el hospital tiene un equipo de codificadores profesionales, el médico debe entender el sistema de clasificación para registrar el diagnóstico que luego se va a utilizar como plataforma para ordenar los servicios. Todo esto ha llevado al equipo de investigadores a evaluar las distintas formas de aportar en la resolución del problema; esto es, cómo mejorar el proceso de codificación diagnóstica. En el proyecto de investigación sobre la factibilidad de adopción de Grupos Relacionados de Diagnóstico (Cortes, Gorvanef, Agudelo-Londoño, & Yepes, 2012) (GRD) en Colombia realizado entre 2013 y 2015 por profesores del departamento de administración; se identificó una preparación insatisfactoria del personal médico en las tareas de codificación de diagnósticos como uno de los obstáculos para adoptar GRD.
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 01/02/16 → 30/07/18 |
Financiación de proyectos
- Interna
- Vicerrectoría de Investigación
- PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA