Alison Viviana Martín Acosta

La explotación minera ilegal de oro es una actividad que genera varios problemas de contaminación que implican graves consecuencias, pues no sólo afecta al medio ambiente sino la salud humana. Éste es precisamente el caso de la población del corregimiento de Monterrey, municipio de Simiti-Bolivar, que se ha visto afectada por este problema y por la falta de funcionamiento de la planta de tratamiento de agua potable para que se mejore las las propiedades del agua que consumen, ya que ésta es tomada directamente del río Boque; que es la única fuente hídrica aledaña a este territorio y se encuentra altamente contaminada gracias a la minería ilegal.En el año 2016 se llevó a cabo una investigación, ejecutada por el tutor y joven investigador de esta propuesta, donde se determinaron parámetros físico-químicos en las aguas del río Boque (Simití-Bolívar) y de pozos profundos que son usadas por los pobladores del corregimiento a nivel doméstico; encontrando como resultado que el mercurio y otros contaminantes exceden los límites establecidos por la Resolución 2115 del 2007 de aguas para consumo humano, lo que puede estar generando afecciones en la salud de los pobladores, teniendo en cuenta que éstos compuestos son bio-acumulables.Por lo anteriormente descrito, presumimos que los habitantes de Monterrey, al estar consumiendo agua con remanentes de mercurio, puede que estén bio-acumulando este compuesto, siendo de extrema urgencia evaluar los niveles de mercurio en los pobladores de este territorio.De esta manera se contribuiría en dos aspectos importantes establecidos en CONPES 3850 que están fuertemente ligados. Por un lado, con la recuperación de áreas degradadas por minería ilegal y por otro con la reconstrucción socioeconómica y de la infraestructura social de este territorio; ya que estaríamos aportando en la búsqueda de procesos efectivos y urgentes de restauración de dichas áreas, pues los resultados de este proyecto apoyarían con bases científicas a demostrar la fragilidad de los pobladores de Monterrey al seguir consumiendo estas aguas. Teniendo en cuenta que, de ser positivos los resultados al reportarlos a entes gubernamentales, primero se deberían tomar medidas respectivas para proteger la salud de la comunidad como la construcción de una planta de tratamiento de calidad que elimine los contaminantes críticos que el agua posee y segundo sería un llamado de atención sobre las políticas nacionales de minería; buscando así la recuperación integral del territorio y de los pobladores que han sido afectados por minería ilegal, a través del desarrollo local integral. Finalmente, tendremos la posibilidad de reportar a la comunidad científica, si la leche materna de mujeres lactantes es un vehículo de transporte de mercurio a niños infantes lactantes, lo cual se informaría de manera inmediata, para que las autoridades de la salud tomen las respectivas medidas para mitigar el impacto de esta problemática.