TY - CHAP
T1 - Parábolas que siembran ceguera
T2 - Repercusiones del logión de Mc 4,11-12 en la interpretación de la parábola de la siembra de Mc 4,1-20
AU - Casas-Ramírez, Juan Alberto
PY - 2015
Y1 - 2015
N2 - Mc 4,11-12, a pesar de ser una clara alusión a Is 6,9-10, es considerado uno de los textos más complejos del segundo Evangelio, e incluso, según la opinión de algunos, de todo el Nuevo Testamento, cuánto más cuando varios exégetas sostienen que el Jesús histórico pudo haber usado la sentencia isaiana para explicar el propósito de su enseñanza parabólica y cuando el múltiple testimonio de esta se extiende más allá de la tradición sinóptica (Mt 13,10-15; Lc 8,9-10) llegando hasta el corpus paulino (Rm 11,7b-8), el cuarto Evangelio (Jn 12,39b-40) y la segunda parte de la obra lucana (Hch 28,26b-27). Las palabras de Jesús –además de evocar un aparente determinismo histórico y una sentencia judicial de carácter punitivo y excluyente sobre un colectivo actancial cuya identificación puede resultar “oscura”– llevan a suponer que hay dos realidades en las cuales el ser humano se puede ubicar en relación con el Reino de Dios: o se está “adentro” o se está “afuera”. El misterio del Reino es “dado” a los que “están adentro”, pero para aquellos que están “afuera” todo acerca de Jesús y su ministerio resulta ser como un enigma o una paradoja incomprensible que los conduce a un estado de ceguera ontológica. Al ser así, ¿podría Jesús enseñar de tal manera que sus oyentes no fueran capaces de mirar, comprender, arrepentirse y ser perdonados? ¿Cuál puede ser el sentido de tal expresión en el marco textual de la “parábola de la siembra” y en el contexto histórico de su entorno redaccional?
AB - Mc 4,11-12, a pesar de ser una clara alusión a Is 6,9-10, es considerado uno de los textos más complejos del segundo Evangelio, e incluso, según la opinión de algunos, de todo el Nuevo Testamento, cuánto más cuando varios exégetas sostienen que el Jesús histórico pudo haber usado la sentencia isaiana para explicar el propósito de su enseñanza parabólica y cuando el múltiple testimonio de esta se extiende más allá de la tradición sinóptica (Mt 13,10-15; Lc 8,9-10) llegando hasta el corpus paulino (Rm 11,7b-8), el cuarto Evangelio (Jn 12,39b-40) y la segunda parte de la obra lucana (Hch 28,26b-27). Las palabras de Jesús –además de evocar un aparente determinismo histórico y una sentencia judicial de carácter punitivo y excluyente sobre un colectivo actancial cuya identificación puede resultar “oscura”– llevan a suponer que hay dos realidades en las cuales el ser humano se puede ubicar en relación con el Reino de Dios: o se está “adentro” o se está “afuera”. El misterio del Reino es “dado” a los que “están adentro”, pero para aquellos que están “afuera” todo acerca de Jesús y su ministerio resulta ser como un enigma o una paradoja incomprensible que los conduce a un estado de ceguera ontológica. Al ser así, ¿podría Jesús enseñar de tal manera que sus oyentes no fueran capaces de mirar, comprender, arrepentirse y ser perdonados? ¿Cuál puede ser el sentido de tal expresión en el marco textual de la “parábola de la siembra” y en el contexto histórico de su entorno redaccional?
KW - Evangelio según Marcos
KW - Parábola
KW - Parábola de la siembra
KW - Parábolas de Jesús
M3 - Capítulo en libro de investigación
SN - 9789587167313
VL - 1
T3 - Colección teología hoy
SP - 57
EP - 91
BT - Jesús histórico
A2 - Román Hernández, Carlos Eduardo
PB - Editorial Pontificia Universidad Javeriana
CY - Bogotá
ER -