Transiciones hacia la paz: renovación energética y prácticas de cuidado de sí para promover el bienestar colectivo en territorios y comunidades rurales colombianos

Project: Research

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El acceso equitativo y la renovación energética en Colombia han sido dos de las diez recomendaciones que la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad priorizó en su informe general para el año 2023. No es posible contemplar escenarios de paz sin la garantía de la producción y el consumo energético como un bien colectivo en los territorios rurales y periurbanos del país. Por eso este proyecto busca identificar y construir las apuestas formativas y pedagógicas de comunidades afectadas por el conflicto armado colombiano alrededor de la renovación energética, para garantizar el acceso equitativo y responsable con el medio ambiente en estos territorios rurales. En la actualidad, no se posee un proceso formativo y pedagógico alrededor de la transición energética, especialmente en la ruralidad, dado que la apuesta del Ministerio de Educación por la educación rural no ha contemplado la transición como un fenómeno que afecte el currículo en la escuela, y más aún no se contempla la formulación de proyectos formativos comunitarios, donde la transición energética sea uno de los ejes centrales de las pedagogías contemporáneas. Para ello, se busca construir, mediante la investigación social escolar (Urueña, 2019), el diseño de estrategias formativas y pedagógicas de participación para las comunidades pobres energéticas y vulneradas por el conflicto armado colombiano, especialmente de escuelas y organizaciones sociales de los territorios del Cauca, Casanare y La Guajira. Con este proyecto de investigación, se busca agenciar espacios de formación en la producción y consumo de los recursos energéticos de estos territorios, para empoderar a las comunidades en los futuros procesos de renovación energética, con el reconocimiento de las condiciones sociales, medioambientales, climáticas y geográficas de cada zona del país. Justificación La energía es la materia prima que requiere el ser humano para vivir y ser productivo. A través de la historia de la humanidad se han utilizado diferentes fuentes de generación de energía como sustento de las prácticas cotidianas. Un ejemplo de ello es la madera, el aceite, el carbón, entre otras. Con el paso del tiempo, las comunidades han encontrado diversas fuentes energéticas que tiene como principal objetivo la preservación de sus prácticas cotidianas, en armonía y respeto con los ecosistemas y la naturaleza que rodea sus asentamientos habituales. En Colombia, el 18,5 % de la población se encuentra en situación de pobreza energética (VQIngeniería, 2019). Es decir, uno de cada cinco colombianos, que residen en las zonas rurales, están catalogados como personas que no tienen acceso a una fuente energética suministrada por sistema de electrificación estatal y/o privado. El panorama se recrudece con el 8% de 9,6 millones de personas que no tiene acceso (consumo y producción) a la energía eléctrica; el 61.8% vive en municipios con mala calidad de este servicio y el 47,4% cocina con leña (biomasa), carbón y desechos, como lo cita el informe del IMPE (Promigas, 2023). Algunas de las iniciativas que ha implementado Colombia en materia de transición energética son: Parques eólicos alfa y beta; Gas Offshort (costa afuera) pozos descubiertos en el caribe colombiano (Orca 1, Uchuva 1, Gorgón 1, Gorgón 2, Purple Angel 1, Kronos 1); parques eólicos marinos en cuatro departamentos (2 en Guajira, 2 en Magdalena, 2 en Bolívar y 1 en Atlántico) y la implementación de la búsqueda de hidrógeno, en convenio con el Gobierno Alemán. Con todas estas obras en ejecución, aún sigue presentándose resistencia de las comunidades a la intervención estatal y privada para la implementación del sistema de electrificación territorial. De ahí, la necesidad de acompañar estos territorios con propuestas de educación y comunicación alrededor de la transición energética. Por lo tanto, esta diversidad energética requiere la delimitación de una ruta pedagógica y social, con la cual se busque garantizar el acceso igualitario y equitativo a la producción y consumo energético de las mismas comunidades. Esta delimitación se hace necesaria, dado que el acceso equitativo a los recursos naturales en los países latinoamericanos se reduce en relación con la falta de formación sobre la producción y el consumo energético de los territorios, especialmente aquellos que están por fuera de los cascos urbanos, denominados territorios rurales. Varios países, como es el caso de Chile, Brasil y Ecuador han comenzado a estipular diferentes legislaciones referentes a la transición energética para la equidad social y la conservación del planeta. Colombia está propicio para comenzar la era de la transición, siempre que se establezcan espacios de formación sobre producción, consumo racional y apropiación de estos recursos en los territorios donde aún no hay garantía del acceso equitativo a la energía. Esta debilidad se convierte en una oportunidad para que las comunidades agencien los futuros proyectos de intervención, donde el estado no ingrese solo a implementar sistemas de electrificación, sino, por el contrario, las comunidades demanden los sistemas que requieren, bajo el respeto a sus prácticas de vida y de cuidado con el entorno biótico que les rodea. Es responsabilidad del Estado Colombiano garantizar el acceso equitativo del recurso energético en estos territorios. Las comunidades rurales pueden agenciar espacios de formación escolar y ciudadana que impliquen reconocer los procesos de producción y consumo de energía en sus territorios, siempre que este conocimiento práctico y transferible se asuma como espacio de transformación social de las comunidades. La pobreza energética se comprende como la precariedad de los avances de un estado en la formación de sus comunidades por la producción y el consumo energético de sus territorios. Esta precariedad energética hace posible que las comunidades agencien sus espacios de formación alrededor de los sistemas energéticos que pueden instalar en sus territorios, pues la elección de un tipo de sistema energético depende de las variables sociodemográficas, geográficas, de infraestructuras, climáticas y medioambientales que ofrezcan los espacios donde están actualmente los asentamientos comunitarios. Vivir en pobreza energética significa no contar con el acceso mínimo al recurso energético, con el cual se pueda cumplir con las actividades mínimas, tales como las domésticas y de educación en casa, que tiene un hogar colombiano. El ingeniero Juan Diego Granada (2023) define la Pobreza Energética como falta de acceso al recurso energético de calidad y esto puede suceder por un fenómeno multidimensional que puede ser por acceso, por equidad y por calidad. Las familias en pobreza energética recurren a combustibles biomasas para atender sus necesidades básicas, como cocinar. Esto no solo afecta los estados de salud de los habitantes del hogar, sino también en su economía general. Una familia que vive en pobreza energética siempre tiene un miembro menos en la producción del hogar, pues esta persona está encargada de recoger la leña y garantizar que haya un insumo energético para las labores del día. Como una posible respuesta a este fenómeno de pobreza, se establece el concepto de transición energética, el cual, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), es “un cambio estructural a largo plazo en los sistemas energéticos” que promueve la adopción generalizada y el uso sostenible de todas las formas de energía renovable, incluyendo bioenergía, geotérmica, hidroeléctrica, oceánica, solar y eólica para lograr el desarrollo sostenible, el acceso a la energía, la seguridad energética y un crecimiento y prosperidad bajos en carbono. La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en Colombia ha incluido dentro de las recomendaciones derivadas del diálogo con las víctimas del conflicto armado, la necesidad de priorizar el acceso equitativo a las fuentes de energía, como también la priorización de la transición energética como espacio impajaritable para la construcción de una cultura de paz en los territorios.
StatusActive
Effective start/end date01/07/2430/12/25

Project Status

  • In Execution

Project funding

  • Internal
  • Pontificia Universidad Javeriana